Marc Ostarcevic rompe su silencio y culpa a Norma Duval de su drama familiar

Tras décadas moviéndose entre Benidorm y su país natal, Ostarcevic confirma que esta nueva etapa es tranquila y necesaria. Explica que se encuentra bien de salud, recuperado del cáncer de próstata y de una operación de corazón, y que en Croacia conserva a dos hermanos y algunos amigos de su generación. El resto, admite, se han ido marchando con el paso del tiempo.

En lo personal, el relato cambia por completo. El exdeportista mantiene contacto diario solo con uno de sus hijos junto a Norma Duval, Yelko, quien le envía fotografías de sus nietos. Con Marc y Christian, en cambio, la distancia es absoluta. «Su madre, en su momento, no hizo lo que tenía que hacer y los puso en mi contra», asegura, dejando entrever que la ruptura sentimental dejó heridas abiertas que nunca terminaron de cerrarse. «Me he acostumbrado», confiesa cuando habla de la falta de relación con ellos y de la poca fe que tiene en un acercamiento futuro.

En ese punto llega la frase que ha encendido todas las alarmas. Ostarcevic se refiere directamente al carácter de Norma Duval, con quien compartió casi dos décadas de relación: «Tiene un carácter muy complicado. Hay muchos compañeros de la prensa que me decían que a mí tenían que ponerme un monumento en la Gran Vía de Madrid por haber aguantado a Norma tantos años. Tiene mucho genio y un par de cojones». Una declaración que marca el tono de una entrevista donde el croata no suaviza su postura.

Su historia con Norma comenzó en 1983 con un flechazo inesperado y una relación que, durante años, se construyó entre citas clandestinas, confesiones y una consolidación familiar que parecía firme. Se casaron en 1992, eligieron precisamente la fecha en la que se conocieron, y poco después llegó su hijo menor. El divorcio llegó en 2003, tras una separación compleja que ambos han narrado desde perspectivas muy distintas.

Norma Duval ha contado en varias ocasiones que la relación se «quemó» y que fue ella quien decidió cortar todo contacto. En 2020, durante una entrevista con Bertín Osborne, aseguró que desconocía incluso dónde vivía su exmarido y que sus hijos «lo pasaron muy mal» por «tantas mentiras». Una versión opuesta a la de Ostarcevic, que insiste en que él fue quien cargó con las consecuencias de ese distanciamiento.

Desde Croacia, Marc Ostarcevic vive hoy en una rutina sencilla, marcada por la tranquilidad y por esa vida pausada que llega después de un largo camino personal. Pero sus palabras, duras y directas, reabren un capítulo que creía cerrado y que vuelve a colocarlo en el centro del debate familiar y mediático.