Manuel González Villanueva, CEO de Productores de Sonrisas: «Lo difícil es saber donde mandar a los artistas»
En pleno inicio de las Navidades, Manuel ha encontrado un hueco para charlar con ABC y contarnos qué novedades navideñas podremos disfrutar en familia
Suso Silva: «'Requiem, sinfonía final' será mi suicidio escénico»
'Circlassica, Gran Circo Mundial': la magia de la ilusión para todos los públicos
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónManuel González Villanueva es, sin lugar a dudas, el rey del circo. Es el CEO de Productores de Sonrisas, la empresa detrás de espectáculos como Circlassica, Mágicas Navidades o Rock Circus, entre muchos otros. Llevan más de 20 años dedicados al circo y, como ... él mismo dice, a las familias. En 2023 recibieron el Premio Nacional de Circo, el máximo galardón en su campo, y en 2024 el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Artes Circenses. Dos distinciones que, sin lugar a dudas, generan presión. Y así lo confiesa Manuel, quien además nos habla de cómo encuentran a los artistas con los que cuentan, cuál es el mayor reto al trabajar con ellos y cuándo comienzan a preparar el espectáculo de cada Navidad, un dato que, sin duda, sorprenderá. Nos lo cuenta a continuación:
-Hola Manuel ¿Cómo estás?
-Pues aquí estamos. Sobreviviendo a las navidades, ¿eh? Como siempre. Y solo es noviembre.
-Sí, solo es noviembre…
Bueno, pero noviembre es el mes más fuerte para nosotros porque arrancamos todo y es como un poco locura, ¿sabes? Pero bien. O sea, te puedes imaginar. Ayer llegué a casa a las dos de la mañana.
-Ahora arrancáis todo, pero es algo entiendo que muy preparado, esto es solo el colofón final.
-Si, o sea, tenemos 35 personas en la oficina durante todo el año, que son las que se encargan de organizar los dos meses de locura básicamente, que es cuando pasa todo. Date cuenta de que entre noviembre y diciembre pasarán por todas nuestras propuestas a lo mejor un millón y medio de personas. Y todo eso hay que prepararlo, claro. No se hace solo, no llega solo.
-Manuel, has recibido el año pasado el Premio Nacional, este año el Premio de Cultura. ¿Cómo te hace sentir eso?
-Hombre, pues estamos muy contentos y muy satisfechos. El Premio Nacional es el mayor galardón al que podemos aspirar, ¿no? Y pues que llegue casi cuando vamos a cumplir 20 años, pues imagínate, es una sorpresa y una alegría muy grande. Y, además, que en un jurado en el que estaban todas las tendencias circenses, que ese jurado por unanimidad nos haya concedido el premio, para mí es algo muy especial.
Y luego el premio a la Comunidad de Madrid. Primero, lo que me alegra es que la Comunidad de Madrid premie el circo. Es la primera edición, es la primera vez que en esos premios de culturas se incluye el circo. Para mí es casi más importante que haberlo ganado. Y luego, pues igual que en tu comunidad, ¿no? Donde tenemos un arraigo especial, porque somos madrileños, ¿sabes? Que tu propia región, que tu propia comunidad te premie, pues es muy bonito. Muy bonito, no te voy a engañar. Los dos tienen un sabor especial.
-Son premios muy importantes ¿generan presión?
-Pues mira, el año pasado yo pensaba que no. Y este año te digo que sí, porque al final todas las miradas están en ti, ¿no? Y bueno, qué hacen estos... Qué hace esta compañía, ¿no? Que es doblemente premiada, con casi diez meses de diferencia. Y bueno, y también la presión es la que tienes durante los 20 años, ¿no? Ten en cuenta que Circlássica cada año cambia su espectáculo completamente. Los números, el concepto, el vestuario... O sea, todo es nuevo en Circlássica. Y el público repite, el 80% del público repite en Circlássica.
Con lo cual, más allá de los premios, que sí que es verdad que tienes una presión, a mí me importa mucho lo que me dice la gente, el feedback de quién se sienta a ver el espectáculo. Esa es la presión que me importa y la que me quita el sueño.
-¿Cómo es el después? En cuanto pasen estas navidades las miras ya están en el siguiente espectáculo ¿no? En el próximo año.
-Bueno, eso no pasa cuando terminó. Nosotros ya estamos, de hecho, llevamos desde prácticamente mayo de este año en preproducción ya de lo que será la Navidad del año que viene. Ya sabemos lo que vamos a hacer, sabemos cómo lo queremos hacer. Nos faltan artistas, pero a lo mejor el 50% de la compañía está cerrada. Ahora tenemos el clown cerrado para el año 2026, por ejemplo, porque hay cosas que tenemos que cerrar con mucha anticipación, porque hay tortas en la Navidad para según qué artistas, y luego hay cierto bajón de la compañía en enero, porque cuando tienes muchísima actividad, las energías son las que son, y tienes cierto bajón y cierta tristeza, sobre todo de los artistas. Pero yo no me pongo especialmente triste porque ya sé que vienen nuevos retos, que vienen nuevos proyectos y a mí me ilusiona eso. Yo creo que es el motor que tengo, el saber que algo nuevo vendrá y que tenemos que volver a inventar y que tenemos que volver a sorprender, y eso a mí mantiene vivo.
-Tenéis artistas que son una verdadera pasada, ¿Es difícil conseguirlos?
-No, es un mercado muy cerrado, pero a lo mejor hay mil artistas que pueden venir a Circlássica, o 800, no sé decirte un número, pero los tenemos a casi todos localizados. Lo difícil es saber quién se va a adaptar más al tipo de espectáculo. Si es más clásico, más temático… pues ya necesitas artistas que estén abiertos a cambiar ciertas cosas y no todos los artistas tienen esa capacidad camaleónica, no todos son camaleones. Hay artistas que llevan haciendo su rutina con su número, con sus músicas, a lo mejor 20 años. Pues esos son más difíciles de trabajar con ellos, pues a lo mejor nos los quedamos para una historia un poco más clásica. Oye, hay gente joven que viene con unas ganas de romper sus esquemas, que esos nos vienen fenomenal cuando estamos proponiendo historias nuevas. La dificultad está en saber a dónde mandar a cada artista, o para qué contratarnos.
Date cuenta de que nosotros nos nutrimos de tres grandes canteras. Una son las grandes escuelas de circo, normalmente soviéticas. Cuando digo soviético, te digo China, Cuba, Ucrania, Rusia, todo ese entorno. Ahí es una gran cantera de números de circo, en lo que hay escuelas estatales que lo que hacen es potenciar el arte circense. Luego son las familias circenses, que de generación en generación van pasando esos conocimientos. Y hay números realmente interesantes cuando conoces dónde buscar. De repente hay cosas que te encuentras en un cirquito en Latinoamérica que no darías crédito. Y eso sí que tienes que tener un conocimiento mucho más profundo de lo que pasa. Y luego son el nuevo circo. Al principio nuestros estándares de calidad hacían que no viésemos interesantes artistas de nuevo circo. Pero con el tiempo ese nuevo circo está fuerte, tiene calidad y yo creo que esa mezcla a mí es la que me gusta. No me gusta centrarme solo en una tendencia, sino que necesito mezclarlos a todos, que es cuando se produce la magia. Claro.
-Trabajáis también con 'El circo de los horrores' y se despide Suso Silva, que es icónico. ¿Cómo lo estáis viviendo?
-Es una colaboración que llevamos mucho tiempo con Suso, el Circo de los Horrores tiene su propio ADN, es un producto más para gente joven. Ya no tan joven porque cuando arrancamos, también arrancamos hace 20 años con Horrores y ahora nuestros fans crecen con nosotros, pero sí, yo creo que es algo que la gente tiene que ver una vez en la vida. Todo el mundo debería ver a Suso una vez en la vida. Horrores tiene un punto diferente y más de la sociedad en la que vivimos. Es el gran, es el islote, ¿no? Es un islote ahí que no se ha hundido y que está ahí, pase lo que pase.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete