La maniobra de Manuel Filiberto de Saboya para evitar el encuentro entre Adriana Abascal y su ex en el cumpleaños de su hija
La empresaria mexicana fue 'invitada' a salir de la villa en la que pasaba sus vacaciones junto a su pareja, según el semanario italiano 'Oggi'
A pesar de la que la relación avanza con aparente solidez, no todo está siendo un camino de rosas
Romance sorpresa: Adriana Abascal y el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, juntos en el desfile de Rocío Peralta
Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya, en una imagen del pasado mes de mayo.
La relación entre Manuel Filiberto de Saboya y Adriana Saboya sigue para adelante, pero parece que no está siendo un camino de rosas. Ahora el semanario italiano 'Oggi' ha hablado de un incidente a cuenta de una fiesta de cumpleaños a la ... que la empresaria mexicana no parecía invitada. Se vio obligada a abandonar oportunamente la villa en la que pasaba el verano junto a su pareja antes de la llegada de Clotilde Courau y la segunda hija que tuvo esta con el príncipe, de nombre Luisa.
Fue en enero de este año cuando saltó la bomba: Adriana Abascal, de 52 años, y el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, de 53, eran nueva pareja royal. Así se constató cuando ambos aparecieron juntos, y sin ocultarse, para asistir a un desfile de flamenca de la diseñadora Rocío Peralta en Sevilla. En primera fila se dejaba ver el príncipe italiano y junto a él estaban Victoria López-Quesada con su madre, Cristina de Borbón Dos Sicilias, y su abuela, la princesa Ana de Orleans, duquesa viuda de Calabria y Caserta. Poco después aparecía Adriana Abascal para sentarse junto al grupo para seguir el desfile junto a su nueva pareja.
El duque de Saboya y Adriana no se escondieron en ningún momento y fueron generosos en profesarse cariños mientras se paseaban junto al resto de invitados con toda naturalidad. Aunque no quisieron posar juntos en el photocall, la relación ya estaba plenamente confirmada.
Un verano en la villa de los Saboya
Su relación está siendo de lo más discreta y esta semana se supo que Adriana Abascal y Manuel Filiberto de Saboya viajaron hace unos días en compañía de buenos amigos a Córcega, donde el príncipe italiano tiene una imponente villa en la Isla de Cavallo, una pequeña isla en el mar Mediterráneo situada entre Córcega y Cerdeña y que ha sido destino vacacional de nombres ilustres como Lady Di y Dodi Al-Fayed. Estos últimos pasaron allí su último verano allí antes del fatal accidente en París que acabaría con sus vidas en 1997.
La casa forma parte de una isla privada a la que solo se puede desembarcar si se es propietario una residencia. También fue el escenario de la muerte del alemán Dirk Hamer, de la que fue acusado Vittorio Emanuele de Saboya (padre de Filiberto de Saboya) antes de ser declarado inocente por el Tribunal de lo Penal de París en 1991. Aquello ocurrió en agosto de 1978.
Adriana Abascal y Manuel Filiberto han pasado unos días inolvidables en ese lugar tan exclusivo y allí han coincidido con el cantante Andrea Bocelli y su mujer Verónica Berti, según ha contado la prensa italiana. También estuvo la presentadora italiana Cesara Buonamici y, cómo no, la madre del príncipe, Marina Ricolfi-Doria, viuda de Vittorio Emanuele. Si alguien cree que hubo problemas de espacio, que no sufra, pues la villa cuenta con 14 habitaciones.
La marcha de Adriana Abascal
La traca final iba a ser el 19º cumpleaños de Luisa de Saboya, la hija menor que tuvo Manuel Filiberto de Saboya con Clotilde Courau. La joven creció en la ciudad suiza y hace unos años se mudó a París, donde vivió con su madre y su hermana mayor, Vittoria de Saboya. Pero Adriana Abascal no asistió a la fiesta.
El semanario 'Oggi' ha publicado que los padres de Luisa estuvieron presentes en la fiesta, a la que también asistió Vittoria, pero ha precisado que no hubo encuentro entre la ex y la nueva novia del príncipe. La empresaria mexicana estuvo en Cavallo hasta pocas horas antes del cumpleaños, pero salió precipitadamente hacia París antes de que llegaran a la isla Clotilde Courau y Luisa procedentes de París.
«Precisamente para evitar situaciones embarazosas, y también por sugerencia de Marina, se decidió evitar que Abascal y Courau se encontraran en persona en la casa de playa de Filiberto», ha explicado 'Oggi' en relación a la hábil maniobra de Manuel Filiberto de Saboya. Adriana Abascal aludió a ese clásico que es «otros compromisos ya pactados con anterioridad» para justificar su marcha de la villa. «La princesa de Chieri quería un pastel sencillo con 19 velas y no publicó fotos de la celebración con su madre, su padre y su abuela», ha concluido 'Oggi'. Para entonces, Adriana Abascal ya no estaba.
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