La magia de Copperfield se desvanece: demanda millonaria y escándalos sacuden su vida personal

La propiedad en cuestión, un lujoso penthouse en la calle East 57th, fue adquirida por Copperfield en 1997 por un valor aproximado de 7.4 millones de dólares. Sin embargo, según la denuncia, la unidad ha sufrido un deterioro significativo, con daños que incluyen una bañera completamente destruida, llaves oxidadas, paredes cubiertas de moho y techos afectados por la humedad. La junta alega que estos daños no solo han afectado la unidad del ilusionista, sino que también han causado estragos en las propiedades vecinas y en la estructura general del edificio.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, un representante de Copperfield ha minimizado la situación, afirmando que se trata de un «simple reclamo de seguro» y que las fotografías presentadas en la demanda no reflejan el estado actual del apartamento. «Este es un asunto judicial que se resolverá en los tribunales», declaró el portavoz, subrayando que el ilusionista está preparado para enfrentar las acusaciones.

La junta del condominio, por su parte, sostiene que los daños van más allá de lo cosmético y que su reparación requerirá una inversión millonaria. Los administradores han documentado daños severos por agua, catalogados por expertos como extremadamente graves, y esperan que el tribunal obligue a Copperfield a restaurar la unidad a su estado original y a compensar los daños ocasionados a las propiedades aledañas.

Pero los problemas de Copperfield no terminan aquí. A principios de año, el ilusionista de 67 años fue nuevamente señalado por agresión sexual, un escándalo que resurgió en un momento crucial en el que el mago manifestó públicamente su apoyo al movimiento #MeToo. Brittney Lewis, una ex modelo, aseguró que Copperfield la drogó y agredió sexualmente cuando tenía 17 años, durante un concurso de modelaje en 1988 en el que él era juez. Según Lewis, el mago la invitó a uno de sus espectáculos en California, donde, después de salir a un bar, perdió la conciencia tras beber una copa en la que Copperfield habría vertido una sustancia.

Lewis declaró que, al despertar, encontró a Copperfield despojándola de su ropa y besándola. Aunque el ilusionista intentó tranquilizarla asegurándole que «nada había pasado» debido a que era menor de edad, las acusaciones han reavivado antiguos señalamientos que el mago enfrentó en 2007 por incidentes similares, aunque esos casos fueron finalmente desestimados.

Esta combinación de problemas legales ha colocado al ilusionista bajo un escrutinio sin precedentes, poniendo en peligro no solo su reputación, sino también su fortuna. Mientras sus admiradores observan con interés el desenlace de estos casos, queda por ver si Copperfield logrará salir ileso de estas controversias que, de resolverse en su contra, podrían tener un impacto devastador en su carrera.