Leonardo Dantés «Me considero un friki, pero no en sentido peyorativo»

Desde pequeñito tuvo claro que le gustaba el arte en todas sus facetas. A los 17 años llegó a Madrid para perseguir su sueño aunque comenzó trabajando como auxiliar administrativo en una empresa de material eléctrico para coches. «No conocía a nadie del ambiente y empecé a ir a emisoras de radio, hablar con cantantes para ofrecerles las pocas canciones que tenía compuestas hasta entonces y así lentamente comencé a conseguir lo que andaba buscando», recuerda en conversación con ABC. Su primer éxito como compositor fue 'Lamento', letra suya y música de Casto Darío, componente del grupo 'Los tres sudamericanos'. Este tema lo grabaron 'Los Gritos' y se hizo muy popular en España a comienzos de los 70.

Como cantautor quedó número uno en Madrid en Los 40 Principales con su primer disco 'No vale la pena'. «Gané a los Rolling Stones que entonces promocionaban 'Angie'. La gente llamaba por teléfono para votar y en la última llamada votaron por mí y les gané por un voto». Su carrera como compositor ha estado plagada de éxitos para otros artistas como Los Marismeños, Lola Flores, Manolo Escobar o Rafaella Carrá que hizo una versión italiana de una rumba suya. En 1983 el destino quiso que se cruzaran en su camino Los Chunguitos y la pegadiza 'Carmen'. Ese fue el punto de partida para que entre los 80 y 90 compusiese unas 78 canciones en colaboración con Juan Salazar.

Por aquel entonces la empresa en la que trabajaba quebró, pero Leonardo ya podía vivir de los derechos de autor y de las actuaciones que le iban saliendo. Ahora vive bien porque ganó mucho dinero y nunca ha sido un derrochador. En Madrid vivía de alquiler pero no fue hasta el año 2000 con el éxito de 'No cambie' cuando pudo comprársela y luego venderla para comprarse la que vive ahora en el pueblo. «Estos últimos años he cobrado menos por los derechos de las canciones. Me vine a mi pueblo no para retirarme, pero si para hacer las cosas con más tranquilidad. Cuando la canción de 'No cambié' y algún éxito más cobré varios millones de pesetas por los derechos», asegura.

Un día recién estrenado el siglo XXI, se encontró por la Gran Vía madrileña a Tamara Seisdedos-ahora conocida como Yurena- con su madre. «Habíamos coincidido en tres o cuatro ocasiones y se me ocurrió proponerle que cantásemos a dúo una o dos canciones para promocionarnos mutuamente. Grabamos la famosa 'No cambié' y una rumba mía, 'Falso'. A la gente le hizo gracia el 'No cambié', quizás por la personalidad de cada uno de nosotros que éramos muy peculiares. Antes de salir el disco la canción ya era popular en televisión». Confirma lo que sospechabamos que exageró un poco el personaje «los gestos, el baile, fui exagerándolo poco a poco. Como persona siempre me he mostrado tal cual, lo único que en la televisión normalmente siempre se exageran un poco las cosas para dar espectáculo».

Muchos le tacharon de friki y algunos a día de hoy siguen pensando que lo es. «Me molesto no por la palabra friki, porque yo me considero friki, muy friki, porque para mí es una persona divertida, extravagante, original. Y también se refiere a alguien que colecciona cosas y a mí siempre me ha gustado hacerlo. Pero cuando la gente te lo llama en plan peyorativo no me gusta», confiesa Leonardo.

Su fama se disparó aquella época donde casi a diario salía en 'Crónicas Marcianas', el late night de éxito de Telecinco. Pero de la noche a la mañana vio como su dúo con la joven Seisdedos se convertía en una coral en la que actuaban Paco Porras, Tony Genil, Loli Álvarez y hasta un señor que iba disfrazado de arlequín. Leonardo no guarda buen recuerdo de esa época. Si le gustaba las imitaciones que le hacía Carlos Latre pero no los follones en los que se vio metido, montajes incluidos. «Hice pocos y fueron muy 'light', de inventarme algún romance...Con eso no se hace daño a nadie. No me arrepiento de lo que hice, pero sí del comportamiento que tuvieron algunas personas hacia mí, eso me dejo muy mal recuerdo». Sobre si siguen en contacto entre ellos o tienen algún grupo de WhatsApp es muy claro: «ya no tenemos amistad, creo que no se comportaron la mayoría como debieran, así que cada uno por su lado».

En 2002 en 'Crónicas Marcianas' reconoció públicamente su homosexualidad «lo dije no porque nadie me lo pidiese sino porque yo lo quería decir. Y que la gente me aceptara tal y como soy. La reacción fue que algunas personas me miraron con más cariño». De pequeño vivió en sus carnes el acoso y su salvación fueron las artes, ahí pudo desahogarse y vivir momentos felices. Nunca ha tenido pareja aunque si se ha enamorado y ha tenido aventuras. «Soy muy idealista y busco el alma gemela y he llegado a la conclusión de que mi pareja es la música y mis hijos mis canciones», explica resignado aunque no renuncia a nada «a veces el amor como todo en la vida se presenta de la manera más inesperada».

Esta deseando subirse al escenario de la segunda edición del Festival Horteralia que se celebrará el próximo sábado 18 de marzo en IFEMA (Madrid). «Será una actuación de 25 minutos, y como es un festival alegre, interpretaré 'El baile del pañuelo', 'Tienes nombre mil', 'No cambié', 'Carmen' y el himno 'Horteralia es guay' que lo compuse hace cinco años», avanza.

El éxito le vino muy bien pero le quito prestigio como compositor. «Mucha gente me tomó por el pito del sereno. Y ya no me vieron como un artista serio sino como un personaje televisivo«. Sigue recibiendo ofertas sobre todo para ir a realitys, las rechaza porque »o no me gustan o no me atrevo porque son muy difíciles«. Solo actúa en teatros o eventos multitudinarios »cuando me llaman para eventos privados no suelo ir, ya no hago cosas por dinero, sino que me gusten«.

Se siente profeta en su tierra. El año pasado el ayuntamiento de San Vicente de Alcántara le hizo un homenaje en un cine teatro convertido en aparcamiento al aire libre, donde colocaron una placa de una recreación de un cartel de una de sus actuaciones en ese teatro. A Leonardo no le gustaría ser recordado como un friki que un día triunfo en la tele, sino como «un artista singular y un hombre bueno. Que se me reconozca mi faceta como cantante, compositor y rapsoda«. Hágase su voluntad.