Laura Sánchez: «Me encantaría vestir de flamenca a la Reina Letizia»

—Doce años ya es una edad como para saber qué se ha logrado en este tiempo.

—La pasarela 'We love flamenco' ya es una cita imprescindible para la moda flamenca en Sevilla. Hemos ido pasito a pasito en estos años y es que nuestro objetivo siempre fue no morir de éxito sino trabajar y posicionar la moda flamenca donde se merece.

—¿Qué hay de novedoso en esta edición?

—Hay que innovarse y reinventar cada temporada la pasarela. Este año el cartel está dedicado a los protagonistas absolutos que son los diseñadores y por eso hemos emulado los carteles de los festivales. Esta vez tenemos muchísimos diseñadores emergentes y por eso también hemos ampliado los desfiles, hasta cuatro, de obra social. Dos para las Hermanas del Rocío tanto de Triana como de Sevilla, el desfile de moda infantil y mi preferido que es el de la Fundación de Sandra Ybarra con quien ya llevo diez ediciones.

—La moda flamenca va más allá de Andalucía y sigue siendo fuente de inspiración para grandes de la costura.

—Es el único vestido regional que tiene moda y también es pura artesanía cuyos bordados y entretelados, las mantillas… son auténtico lujo. El año pasado Dior nos puso en el mapa mundial y desde hace años ha sido inspiración de grandes creadores y creo que por fin ya hasta nosotros nos lo creemos.

—¿Qué mujer le gustaría ver vestida de flamenca?

—A la Reina Letizia. He visto a Máxima de Holanda, a Grace Kelly, a la duquesa de Alba, a la reina Sofía… Quiero ver de flamenca a Letizia y estoy segura que llegará ese día.

—¿Quién será primero Letizia o la Princesa Leonor?

—Uy, ahí me pillas. Me dejas con una gran duda por gustar me gustaría ver a las dos cada una con su propio estilo y personalidad y es que en la moda flamenca hay donde elegir. Letizia sí llevó un diseño con toque flamenco de lunares de José Hidalgo en blanco y negro cuando recibió a la primera Dama de EEUU y eso ya es un avance.

—Estas Navidades la he visto muy involucrada en las cabalgatas de su ciudad.

—Ha sido una experiencia increíble y eso que creía que iba a pasar las peores Navidades de mi vida porque eran las primeras sin mi padre. La vida nunca deja de sorprenderte y cuando me llamaron para desfilar como Estrella de la Ilusión en mi ciudad te diré que ha sido una de las experiencias más maravillosas que he vivido. No sólo por la cabalgata sino también por las visitas a las residencias y hospitales que he realizado y han conseguido que arranque el año con el pecho lleno de amor.

—Precisamente de amor va sobrada con su marido David Ascanio.

—Llevamos quince años juntos y la verdad es que todo muy bien. Ahora estamos en este 'amor en calma' en que nos vemos muy poco pero creo que ese es precisamente el secreto de nuestra relación. Viajamos mucho cada uno por nuestro trabajo y encima tenemos horarios diferentes. Él esta semana ya tiene cinco conciertos y yo madrugo mucho por lo que el tiempo que estamos juntos te aseguro que lo disfrutamos al máximo.

—Al final los dos están cumpliendo sus sueños.

—Totalmente. David a sus 48 años te diré que está mejor que nunca y no sólo en lo físico sino que en el fondo también está pletórico porque trabaja en lo que más le gusta y aguantar las giras y los conciertos hace que te cuides y estés siempre en forma porque es un esfuerzo potente.

—Su hija Naia está a pocos meses de cumplir los 18.

—Será el próximo agosto cuando cumpla la mayoría de edad y confieso que estoy super orgullosa de ella porque además de buena niña es muy estudiante, gran deportista y una disfrutona como su madre. Tiene muy claro lo que quiere hacer y le suelo decir que me cae muy bien, cosa que le sorprende, pero que es la pura verdad porque me cae fenomenal y lo paso genial a su lado. La carrera universitaria la va a hacer en Estados Unidos el próximo verano y allí estará los próximos años. No te creas que eso lo estoy llevando bien pero me lo estoy trabajando. Como me dice ella, «ahora mamá no te pongas tonta que nosotras tenemos muy trabajado el desapego». Va a estudiar lo que quiere además de jugar al fútbol. Está muy feliz.

—¿Qué le pide al año cuando ya tiene de todo?

—Salud y agua para mi huerto.