Laura Madrueño: «En 'Supervivientes' el apoyo de mi familia es esencial porque son muchos meses en los que te sientes sola»

En una mañana atendiendo a los medios de comunicación con motivo del pistoletazo de salida al esperado 'Supervivientes', la presentadora conversa con ABC y se sincera sobre los sentimientos que le suscita volver a embarcarse como presentadora del formato estrella de Mediaset. «La afronto con ilusión, con ganas, con muchos nervios, con mucho vértigo porque Honduras es un reto increíble, es un programa muy largo, es mucho tiempo fuera de casa y sobre todo tantas galas semanales es un gran reto profesional», dice ya experimentada de cara a imaginarse ante las cámaras de la nueva edición durante los próximos meses.

Antes, Laura Madrueño vive unas semanas de continuo trabajo para dejarlo todo listo antes de viajar. «Estamos teniendo muchísimas reuniones para prepararlo todo, muchísimas pruebas de vestuario, hemos hecho las fotos oficiales del programa, muchísima promoción», reconoce quien sigue manteniendo su máxima en el concurso de no conocer antes de tiempo el casting completo. Por el momento sólo sabe que participan los tres confirmados de manera oficial, a los que ya pone cara y puede empezar a conocerles en profundidad, como hará con el resto de concursantes una vez hayan saltado del helicóptero. «Me estudio todos los perfiles antes de empezar un programa, obviamente tengo que saber muy bien de todos ellos. Me estudio hasta el último detalle», cuenta.

En Álvaro Muñoz Escassi ha encontrado ya un concursante que sabe a lo que se enfrenta. «Importa la evolución que tengan los concursantes porque es un 'reality' muy duro no solo a nivel físico, también a nivel mental. Escassi obviamente parte con algo de ventaja porque fue un concursante muy bueno en su edición, estuvo cerca de ser el ganador si no se hubiera lesionado. Es una persona muy deportista y sobre todo sabe mentalmente el gran reto que es el concurso», afirma sobre la idea que ya tiene del jinete, a quien no puede imaginar todavía dándole el «sí, quiero» a Shelia Casas en Honduras, tal y como hicieron Ángel Cristo Jr y su pareja: «Yo la bola de cristal no la tengo, tendremos que ir viendo cómo va avanzando programa a programa».

De su círculo más cercano, Laura ya lleva un tiempo de despedidas. «He hecho muchas reuniones familiares, muchas comidas con amigos, he estado unos días en San Sebastián con mi familia de viaje de despedida», dice ahora que prefiere pasar más tiempo «en casa y comiendo mi comida favorita» antes de aterrizar en la isla. Estar lejos de ellos es, sin duda, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta. «Todos me apoyan muchísimo y me dicen que me van a echar de menos, pero esto es una superoportunidad y un momento maravilloso que yo disfruto mucho. Contar con el apoyo de mi familia desde aquí es esencial porque al final ahí estás muchos meses en los que te sientes sola».

Ante la soledad que vive en algunos momentos y el cambio horario de muchas horas de diferencia entre España y Honduras, no deja de hacer con su familia llamadas telefónicas los ratos libres que tiene, que no son muchos. Una jornada normal de la presentadora en la isla son horas y horas de trabajo exclusivamente profesional. Reuniones, tiempo de estudio de guiones, ensayos de pruebas suman más de 10 horas en las que Madrueño no dedica momentos a otra cosa. Pero cuando las cámaras se apagan para ella, no pierde la oportunidad de lanzarse al mar. «En mi maleta no faltan las aletas de buceo, pero tampoco los libros que me han regalado mis amigas».

Aunque todavía no ha viajado sabe que echará de menos su casa, sus mascotas, sus familiares y amigos y la comida que come y que faltará en la isla. Porque Laura, al igual que el resto de concursantes, vive también año tras año soportando las mismas condiciones climáticas que los participantes, aunque confiesa, «todavía no he necesitado aprender a hacer fuego». El resto de cosas que pasen, se las llevará todas como aprendizaje cuando regrese a España tras apagar la palapa.