El largo y apacible verano del Rey Carlos III en el castillo de Balmoral

Está siendo un mal año para la Familia Real británica. Mientras que Carlos III y Catalina de Gales están volcados en la recuperación de sus respectivos tumores, la Reina Camila y el Príncipe Guillermo continuan al frente de 'La Firma' aunque limitando notablemente su actividad institucional para cuidar de sus respectivos cónyuges. Ahora mismo, los actos con representación son mínimos y para completar el cuadro, la Princesa Ana también permanece de baja temporal tras un accidente ecuestre.

Según 'The Mail on Sunday', el monarca, de 75 años, está listo para retomar la tradición real que adoptó la difunta Reina Isabel II y que la llevó a su refugio escocés en Balmoral para pasar el estío. Dadas las circunstancias actuales, se prevé que Carlos III alargue sus vacaciones más de lo habitual.

Así pues, será un verano más largo, y no tan cálido, como el de 2023, cuando Carlos III disfrutaba todavía del sabor de la investidura y repleto de planes de futuro, con el objetivo de revitalizar una monarquía que cotizaba a la baja tras marcar mínimos de popularidad.

Entonces, el rey optó por un enfoque diferente y decidió regresar temprano a Londres. Y a finales de septiembre partió junto a su esposa a Francia como visita de Estado.

Ahora la situación es bien diferente. Ubicado en más de 50.000 acres remotos en Aberdeenshire, Escocia, Balmoral ha sido durante mucho tiempo un refugio profundamente privado para la familia real. Les brinda la tan deseada reclusión y la familia disfruta de paseos, picnics, pesca y barbacoas.El duque de Edimburgo dejó un legado en la propiedad en forma de un gran huerto, que se cosecha entre agosto y octubre. También fue considerada como una de las residencias favoritas de la difunta reina. En el documental 'Our Queen at Ninety', la Princesa Eugenia hablaba sobre la maravilla que es Balmoral: «Es el lugar más hermoso del mundo. Creo que la abuela es la más feliz allí, creo que realmente ama las Highlands... Paseos, picnics, perros, muchos perros… ¡hay siempre perros! Tienes espacio para respirar y correr».

Carlos III necesita ahora paz y tranquilidad no solo para cuidarse, sino también para preparar el regreso a la actividad institucional. Una cosa lleva a la otra. En octubre, los Reyes visitarán Samoa y Australia. El último viaje de la pareja a Australia fue en 2018, cuando representaron a la fallecida Isabel II en los Juegos de la Commonwealth. Durante su visita de otoño, asistirán a la Reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth. Sin embargo, su gira no incluirá una parada en Nueva Zelanda debido al tratamiento en curso de Carlos contra el cáncer. Un portavoz de Palacio dijo: «Los médicos del Rey han aconsejado que se debe evitar una nueva extensión del viaje de Sus Majestades para priorizar la recuperación». Descanso y más descanso. Y mucha familia. Este será el largo verano de Carlos III.