El lado más personal de Rodri Hernández: su desconocida novia, sus estudios y por qué no tiene redes sociales

El trofeo premia el desempeño en la temporada 2023/2024, por lo que este revés físico que le dejará fuera de los terrenos de juego durante toda la temporada ─lo mismo sucede con el otro gran candidato español, Dani Carvajal─ no afectará a la posibilidad de que este se convierta en el ganador. De hecho, en los últimos años, el centrocampista madrileño se ha convertido en el único futbolista nacional en las quinielas para repetir la hazaña de Luis Suárez en 1960 y levantar el galardón, 65 años después de 'el Arquitecto de oro' se convirtiera en el único español en hacerlo (sin contar a Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, que sí lo hicieron en la sección femenina).

No es de extrañar pues, a sus 28 años, Rodri se ha convertido en la pieza clave del juego de La Roja campeona, dirida por Luis de la Fuente. La figura del canterano del Atleti fue vital para que el combinado nacional se proclamara campeón de la última edición de la UEFA Nations League y también de la Eurocopa 2024, 12 años después de haberlo hecho por última vez. Lo ha hecho siempre abanderando la discreción dentro y fuera de los terrenos de juego, pues, al contrario que otros de sus compañeros, ha preferido mantenerse siempre al margen del foco.

Alejado de las redes sociales y centrado en su círculo más cercano, poco se sabe realmente de la vida privada del nuevo líder silencioso de la Selección Española. Te contamos todo lo que debes saber del futbolista, uno de los favoritos para hacerse con el Balón de Oro.

Aunque ahora se ha erigido como una de las grandes figuras de una España que aspira a ganar la Eurocopa casi 12 años después, los inicios de Rodrigo Hernández Cascante (Madrid, 1996), al que todos conocen como Rodri, no fueron nada sencillos. El joven madrileño comenzó a dar sus primeros pelotazos en el mundo del fútbol sala, pero pronto se uniría a la plantilla del Rayo Majadahonda, donde llamó la atención de varios clubes por su garra y su control del balón.

Tras esa primera experiencia y con apenas 11 años, daría el salto a la cantera del Atlético de Madrid, donde se mantuvo hasta la etapa juvenil. Mucho se ha hablado de los motivos por los que el club rojiblanco decidió descartarlo en aquel entonces, aunque todos lo asocian a un desarrollo físico tardío. Aunque el futbolista alcanza ahora el 1,90 metros, no siempre tuvo tal envergadura, lo generó bastantes dudas de cara a su futuro: «Él pegó el estirón más tarde. El padre es un hombre alto y la madre no es bajita. Sabíamos que estiraría; pero lo hizo ya en el Villarreal», contaba Enrique Vedia, presidente del Rayo Majadahonda, en declaraciones a EFE.

Tras su paso por la cantera colchonera, Rodri acabaría recalando en el Villarreal, donde no sólo pegó el estirón, sino que también el estallido definitivo para confirmar su potencial. El centrocampista debutó en 2015 con el conjunto castellonense y, apenas un par de años después, acabó consolidándose como titular en el once del Submarino Amarillo. Sin embargo, en 2018 anunció que no formaría parte del club amarillo de cara a la siguiente temporada.

Tras esta etapa en el equipo de Fernando Roig, regresaría a su casa, el Atleti, después de que los rojiblancos certificaran su fichaje por 20 millones de euros. Esta nueva aventura no duraría mucho, pues el 3 de julio de 2019, apenas un año después de su regreso, Rodri depositó en la sede de la liga su cláusula de rescisión de 70 millones de euros y dejó la capital española para ponerse a las órdenes de Pep Guardiola en un Manchester City que comenzaba a aspirar a todo.

De la mano del nuevo referente de La Roja, los 'skyblues' lo han conseguido todo en el fútbol. El MVP de la Champions de 2023 es, como lo califica su propio entrenador, «el mejor mediocentro de Europa», aunque sigue con los pies firmes en el suelo y completamente centrado en su carrera y su familia.

Rodri Hernández encarna a día de hoy la figura de un futbolista fuera de lo convencional. Al contrario que otros compañeros de selección, el centrocampista español ha apostado siempre por compaginar el deporte profesional con los estudios, algo que ha hecho desde pequeño. Ya en juvenil decidió seguir adelante con el Bachillerato a pesar de los entrenamientos y partidos, convirtiéndose en uno de pocos.

Una vez finalizada esta etapa, cuando ya era jugador del primer equipo del Villarreal, decidió matricularse en una carrera universitaria. Eligió Administración y Dirección de Empresas ─la misma que estudia su compañero en La Roja, Unai Simón─ en la Universidad de Jaime I de Castellón y, a pesar de sus compromisos deportivos, siguió adelante con ella, dejándose ver por las clases y demostrando su implicación con sus estudios, algo que le viene de familia. «Se preocupan más de sus estudios, querían que se formara porque saben que el fútbol es una lotería», contaba Valentín Henarejos, amigo íntimo del futbolista, en una entrevista a Marca.

Pese a las dificultades, acabó por graduarse, aunque tuvo que hacerlo cuando ya estaba asentado en Manchester: «Cuando fichó por el City, todavía no había terminado la carrera, pero seguía estudiando a distancia y nadie sabe que a veces entre semana se cogía un avión a Castellón para hacer un examen, y se volvía a Manchester esa misma tarde», contaba Ximo Miralles, uno de sus mejores amigos de la cantera del Villarreal, en declaraciones a Relevo.

Esta seriedad en los estudios también se ha transmitido a su día a día. Desde un principio, el mediocentro ha rehuido de las redes sociales y no disfruta de la sobreexposición que le otorga su labor en el terreno de juego: «La fama no me llena. No me gusta ser extravagante», confesaba Rodri en una reciente entrevista.

Del futbolista del Manchester City no hay rastro en redes sociales y el motivo es claro: «Se abstrae de información innecesaria y es una forma de aplacar esa faceta de futbolista y no ser tan reconocido. La fama no le llena y no la quiere desarrollar. Sólo se vuelca en acciones solidarias porque siempre dice que le gustaría devolver a la sociedad lo que a él le han dado», explicaba Ximo al hablar de la ausencia de su amigo en Instagram o X (antes Twitter).

Todos los que conocen personalmente a Rodri Hernández coinciden en el mismo pensamiento: no es el típico jugador de fútbol. El madrileño se ha mantenido siempre humilde y muy cerca de los suyos, los que lo han apoyado en su ascenso a la cumbre del deporte internacional y mucho antes de que diera el estallido final. Sus padres son el principal reflejo de esta mentalidad que el mediocentro ha mantenido durante todos los pasos de su carrera profesional: Antonio, ingeniero, y Elena, directora de marketing, tienen otros dos hijos, Gonzalo y Álvaro.

También lo es Laura Cascante, su novia de toda la vida, a la que conoció en la residencia de la UJI de Castellón en 2014. «Es una chica 10, muy acorde a él», aseguran amigos de la pareja, explicando que ambos coinciden en esa naturalidad y sencillez en su día a día.

Poco se sabe de la joven que ha conquistado el corazón del líder de La Roja más allá de que es médico y, aunque ella sí tiene redes sociales, mantiene su cuenta privada y ha tratado siempre de desmarcarse de la imagen de «WAG» ─el término empleado para referirse a las esposas y novias de los futbolistas─.