Kylie Jenner declarada criminal medioambiental

Me atrevo a investigar la mini ruta del jet de la billonaria. Un recibo desde el aeropuerto de la ciudad de Van Nuys a la de Camarillo demuestra la soberbia de Jenner. El recorrido, de 62,7 kilómetros (no llega en coche a los 47 minutos), enciende a los medioambientalistas contra ese 1% billonario que se pasa por el forro de su dinero los problemas causados por el calentamiento global. Su jet privado, bautizado como 'Kylie Air', que Jenner compró por más de 72 millones de euros justo antes de que llegara la pandemia, puede emitir más de dos toneladas de CO2 y es de 5 a 14 veces más contaminante que un avión comercial. Las turbulentas estadísticas sobre sus viajes aéreos fueron compiladas por @CelebJets, un rastreador de aviones de celebridades, que publicó la ruta de Jenner desde el condado de Ventura hasta el condado de Los Ángeles. La cuenta generalmente enumera el tiempo de vuelo, el kilometraje y la cantidad de litros de combustible para aviones que se usan para un vuelo, así como el costo del combustible y las toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Kylie Jenner es muchas cosas: estrella de telerrealidad, un ícono del maquillaje, una mujer de negocios, multimillonaria y ahora, aparentemente, una 'criminal climática'. La estrella de 'The Kardashians' ha enojado a millones de medioambientalistas por sus constantes vuelos de 15 minutos y enfrenta un torrente de criticismo, pero su práctica parece ser algo común entre los ricos y famosos a quienes no parece importarles la crisis climática. Los aviones privados emiten más de 33 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, más que el país de Dinamarca, y debido a que transportan tan pocas personas, son entre cinco y 14 veces más contaminantes que los aviones comerciales, por pasajero, y 50 veces más contaminantes que los trenes. El 1% del planeta contamina más que el otro 99 % simplemente porque pueden y les dejan. El problema de Jenner y otras celebridades con aviones privados es que su impacto es mucho mayor que los aviones comerciales por pasajero. Pero también incluye a muchos otros, ya que Estados Unidos constituye la mayor parte de la élite adinerada que tiene el lujo de volar con su propio avión.

Las emisiones de los aviones privados que vuelan en los EE. UU. han aumentado desde la década de 1990 y se disparará a medida que entren en el mercado aviones más grandes y más contaminantes. Los viajes cortos en aviones privados no son únicamente un fenómeno estadounidense. En 2019, una décima parte de todos los vuelos que partieron de Francia fueron jets privados, y la mitad de ellos recorrieron menos de 500 km. El uso frecuente de la aviación es dominio de los ricos del mundo, con solo el 1% de la población mundial responsable de la mitad de las emisiones asociadas con volar.

Elon Musk, el dueño de Tesla, voló en el mes de mayo con su jet en un vuelo de 28 minutos de Houston a Austin, Texas. Kim Kardashian con su 'Kim Air' también abusa de los vueltos cortos. El rapero Drake también realizó un vuelo de 18 minutos desde Hamilton, Ontario a Toronto; Kenny Chesney, el cantante de música country, estuvo en el aire solo 20 minutos entre Akron, Ohio y Pittsburgh, Floyd Mayweather, el boxeador, voló entre Las Vegas y Henderson durante 14 minutos y el actor Mark Wahlberg tomó un vuelo de 23 minutos desde Dublín hasta el condado de Clare en Irlanda.

«Hay muchas alternativas a los aviones privados y querer evitar viajar con el populacho no es razón suficiente para una contaminación excesiva», dijo Nikita Pavlenko, líder del equipo de combustibles del Consejo Internacional de Transporte Limpio.

Las principales aerolíneas de EE. UU. han anunciado planes climáticos que incluyen compromisos para aumentar el uso de combustibles de aviación sostenibles (o SAF) de bajas emisiones, como el aceite de cocina o el hidrógeno, y la administración de Joe Biden reveló el año pasado una meta de reducción del 20% en la aviación. Sin embargo, este objetivo es voluntario y no ha habido un cambio significativo por parte de la industria para reducir su impacto climático. La descarbonización de la aviación es en gran parte solo palabrería y poca sustancia en los Estados Unidos. En cuanto a las celebridades, deben dar un ejemplo positivo y deshacerse de los aviones. Como mínimo, deberían exhibir cierto liderazgo y utilizar combustibles sostenibles o un avión de cero emisiones cuando esté disponible.