Kate Middleton deslumbra junto a familia real y famosos en el tradicional concierto de villancicos

Kate Middleton recuperó su brillo en el tradicional concierto de villancicos, un acto que fue grabado para emitirse en Nochebuena, como es tradición. La Princesa de Gales estuvo arropada por su marido, el Príncipe Guillermo, y sus tres hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, de 11, 9 y 6 años, respectivamente. Fue un acontecimiento muy señalado, pues era la primera vez que se veía a los tres niños desde que su madre concluyó el tratamiento contra el cáncer.

Se trata de un evento siempre muy emotivo para Kate Middleton, un proyecto que inauguró hace tres años y que desde entonces mantiene su continuidad. Tal y como Palacio explicó hace unos días en un comunicado, el objetivo de esta edición era «reflexionar sobre la importancia del amor y la empatía y sobre lo mucho que nos necesitamos los unos a los otros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestras vidas».

En su sentida carta, Kate también expresa su cariño por la Navidad como uno de sus «momentos favoritos» del año, una temporada de «alegría» y un momento para la reflexión. Esto llega poco después de que la princesa completara su tratamiento de quimioterapia y la sincera confesión del príncipe William al hablar de un año «devastador», marcado por los problemas de salud que enfrentaron tanto su esposa como su padre.

La carta personal de Kate se hace eco de este sentimiento de forma nítida, ya que reitera un mensaje que compartió al abordar su propio diagnóstico de cáncer: «El amor es la luz que puede brillar, incluso en nuestros momentos más oscuros».

La familia real británica quiso aprovechar el evento no solo para dar visibilidad a los progresos de Kate Middleton tan terminar el tratamiento de su cáncer, sino para mostrar unidad en unos tiempos tan duros para la monarquía del país. Así, el oficio de villancicos supuso todo un cónclave para los Windsor, que aportaron la presencia de la Princesa Beatriz y su marido, Edoardo Mapelli Mozzi, junto al pequeño Wolfie, nacido del anterior matrimonio del empresario con Dara Duang, además de Zara Tindall, los Príncipes de Kent, Lady Gabriella Windsor, la duquesa de Edimburgo, el duque de Kent, los duques de Gloucester...

Llamó la atención la ausencia de los monarcas. Si bien no se ofreció una declaración oficial sobre la ausencia del Rey Carlos III, la prensa británica argumenta cree que su decisión fue motivada para permitir que la atención se centrara exclusivamente en la Princesa de Gales, la anfitriona del evento. Cabe recordar que cuando están presentes tanto Carlos como Camila, el orden de la jerarquía real es una prioridad. De hecho, ninguno de los dos asistió al servicio del año pasado. Además, la Reina Camilla todavía se está recuperando de una neumonía y ha reducido notablemente sus apariciones durante el último mes.

Los 1.600 invitados acudieron a la abadía con sus respectivas invitaciones, cada una con un mensaje personal y profundamente emotivo escrito por la propia Kate Middleton. El servicio combinó elementos tradicionales y otros más contemporáneos para incluir a personas de todas las religiones y creencias, y el coro de la abadía de Westminster interpretó algunos de los villancicos favoritos del pueblo británico junto a otras actuaciones musicales a cargo de artistas como Olivia Dean, Gregory Porter, Paloma Faith y JP Cooper, junto con una composición original de la pianista Rosey Chan.

Durante el servicio hubo discursos de los Príncipe de Gales junto a otros testimonios, palabras que se podrán escuchar durante la transmisión por televisión del 24 de diciembre. Kate Middleton saludó a la cantante Paloma Faith, quien contó que al expresar su admiración a la Princesa de Gales por su fortaleza y entereza ante la enfermedad, esta admitió: «El año pasado por estas fechas no sabía que iba a pasar el año que acabo de tener».

La abadía fue decorada con adornos festivos y sostenibles, enfatizando la importancia de la naturaleza como fuente de curación y consuelo. Se colocó un 'árbol de la bondad' en el exterior para que los invitados dedicaran un recuerdo para alguien que los haya apoyado a lo largo de su vida, subrayando la importancia de la empatía, el amor y la bondad.