El día que Kanye West y Bianca Censori desafiaron los rumores de crisis vestidos como clones

Kanye West y Bianca Censori estuvieron en el centro de varios rumores, con fuentes cercanas afirmando que estaban atravesando problemas conyugales. A pesar de ello, el equipo del cantante aseguró que el matrimonio estaba intacto y que todo seguía como siempre.

El matrimonio continúa con sus viajes y tras pasar por España después aterrizaron en Japón. No estaban solos en su periplo, ya que la hermana de Bianca Censori también formó entonces parte del séquito de artista y arquitecta. Angelina Censori, de 20 años, está dejando su rastro en las redes sociales y se pudo comprobar su sorprendente parecido con su hermana, de 30.

Angelina fue noticia el pasado mes de mayo cuando compartió fotos del viaje del grupo a la isla de Mallorca. Al publicar la experiencia, compartió una foto de Sneako, el compañero de streaming de su cuñado, y posteriormente surgieron rumores de una posible relación. Sin embargo, Angelina desmintió las especulaciones sobre su relación con Sneako.

Entre las fotos que publicó la hermana pequeña de Bianca se veía un retrato del paisaje urbano de Tokio, así como una foto de la comida que disfrutó en un restaurante. Todo parece que va como la seda en la familia West y su corte. Ellos permanecen inmutables ante todo el ruido y la polémica.

Sin embargo, lo que más llamó la atención del paseo de la pareja por las calles de Tokio era, cómo no, la forma de vestir. Ya es habitual ver a Bianca Censori con atuendos extravagantes y controvertidos, pero esta vez no sorprendió tanto su vestido ajustado -que también-, sino que tanto ella como su marido parecían dos clones. Ambos vestidos de negro. Y la actitud también era la misma, como si fueran muñecos de cera mecanizados a medida que avanzaban lentamente por las calles.

Dicen que la madre de Bianca Censori está preocupada por su bienestar y que su padre está disgustado con el atuendo escueto que su hija mayor suele lucir en las fotografías. No está claro si los padres de la chica han cambiado de opinión al respecto, pero la arquitecta permanece inmutable.

Tampoco dijo nada sobre los rumores que la sitúan como poco menos una especie de maniquí al capricho de Kanye West, conocida como es su obsesión por vestir a las mujeres a su gusto. Poco antes de este viaje se dieron uno de esos ya famosos paseos urbanos juntos, esta vez por las calles de Brooklyn, por donde la arquitecta australiana se dio una vuelta en ropa interior. Y se publicó entonces que el rapero pagó a su mujer 250.000 dólares para que llevara una lencería hecha de dulces que luego la chica se comió.

Un representante del rapero declaró por entonces a 'Daily Mail' que Bianca Censori había «negociado una tarifa de 250.000 dólares para usar este atuendo debido a diferencias creativas» y que sus outfits son sometidos a discusión en términos de creatividad.

Otra fuente afirmó a 'The U.S. Sun' que si bien algunos de los outfits que usa Bianca en público «no son de su gusto», desde entonces ha aprendido a convertirlos en una «ventaja» a su favor: «Se los pondrá si Kanye paga». Y confirmó que la arquitecta ya se ha embolsado alrededor de 3 millones de dólares gracias al acuerdo. Es probable que su paseo como clones por las calles de Tokio haya hecho engordar tan jugosa suma.