Julián Contreras, confundido con un violador múltiple en Estados Unidos y amenazado de muerte

El desencadenante fue la publicación de una fotografía de Julián en un artículo sobre un violador múltiple aún prófugo, acusado de crímenes atroces. El medio californiano, que confundió su imagen con la del verdadero sospechoso, vinculó su rostro a una lista de delitos escalofriantes. Aunque el error fue subsanado y la imagen retirada, el daño estaba hecho: Contreras comenzó a recibir amenazas de muerte y mensajes de odio en sus redes sociales.

«Es cierto que yo me lo he tomado de una manera bastante simpática pero hay que tener cuidado con estas cosas», explicó Julián durante una entrevista en el programa 'Y ahora Sonsoles', donde contó con detalle cómo el incidente escaló rápidamente de una equivocación anecdótica a un auténtico calvario. «Lo peligroso no es solamente la mentira, sino la sensación de fortaleza que se da a la persona que se cree que tiene una verdad distinta», reflexionó.

El hecho de que su imagen haya sido usada para ilustrar una noticia de esa gravedad, dice Contreras, es algo que va más allá de la confusión. «Al principio, amigos me avisaban diciendo: ‘Oye, están usando tu foto para esto’. Pero luego los mensajes cambiaron a amenazas: ‘Espero que te pase lo peor’, En la cárcel vas a sufrir’», confesó. Los mensajes iban desde advertencias veladas hasta deseos explícitos de violencia, recordándole lo frágil que es la reputación en la era de internet.

Aunque la fotografía ya ha sido retirada, el hijo de Carmina Ordóñez teme que este error quede impregnado en su huella digital, un riesgo que, según él, no puede desestimarse. «Es un destrozo que siempre que alguien lo vea lo puede señalar», admitió con cierta resignación. A pesar del mal trago, Julián trata de ver el lado positivo y señala que la experiencia le ha dejado una lección importante sobre el poder de los bulos en la era digital.

En estos momentos, Contreras está intentando que el medio estadounidense publique una aclaración formal que desmienta cualquier vínculo con el criminal mencionado en el artículo, con la esperanza de que esto minimice el impacto que la noticia pueda tener en su futuro. Sin embargo, reconoce que la velocidad con la que una mentira se propaga en internet deja secuelas que son difíciles de borrar.

Este episodio ha puesto de relieve la importancia de verificar la información antes de publicarla, así como el poder devastador que puede tener un simple error para destruir la reputación de alguien en cuestión de minutos.

Julián Contreras, quien siempre ha mantenido un perfil relativamente discreto en comparación con otros miembros de su mediática familia, ha visto cómo este error casi arruina su vida. Ahora, solo le queda seguir adelante y esperar que el tiempo, junto con las aclaraciones pertinentes, permita que este malentendido quede solo como una amarga anécdota.