Josep Santacana, todavía marido de Arantxa Sánchez Vicario, carga contra las 'mentiras' de la tenista: «¿Tú te lo crees?»

Todo comenzó entre los años 1988 y 1989, cuando la tenista estableció su residencia en Andorra. Hacienda consideró que Sánchez Vicario había mentido y que vivía en Barcelona, en casa de sus padres, y no en Andorra como había declarado. Para hacer frente a la multa puesta por la Agencia Tributaria, la tenista pidió un aval que fue contraavalado por el Banco de Luxemburgo. Cuando el banco quiso cobrar dicho aval, se encontró con que el patrimonio de 30 millones de euros había desaparecido.

Hace unos días la tenista concedía una entrevista en 'El País' donde reconocía la situación tan crítica que vivía desde entonces. «Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando», confesaba. Hace dos años la ex jugadora se declaró culpable y en la actualidad, Sánchez Vicario debe ingresar la mitad de sus ingresos al Banco de Luxemburgo para ir pagando su deuda. «Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida», apostillaba.

Josep Santacana rápidamente ha querido responder a su mujer en 'La Vanguardia': «Eso de que los amigos le prestan dinero… ¿tú te lo crees?. Hablamos de una persona que defraudó a Hacienda, que decía que a Andorra solo había ido para decorar la casa, que no firmó capitulaciones porque estaba enamorada, que al separarnos 'la dejé' con 2.500 o 3.000 euros al mes, todo para dar pena, cuando tengo la transcripción de una vista en EE. UU. reconociendo que ingresa entre 200 y 300 mil al año…».

Arantxa siempre ha reconocido que el peor error que cometió fue enamorarse ciegamente de Josep y confiar plenamente en él. «Me arrepiento de haberle dado el control. Tenía que haber separado el amor del resto de mi vida». Unas declaraciones que ha Santacana no le han sentado nada bien: «El error no fue enamorarse de mí, sino no pasarle cuentas a su familia cuando era debido. El error fue no pagar a Hacienda», sentenciaba y añadía que «no es en cierto que Arantxa sufra dificultades económicas. Es una estrategia de cara al juicio para dar pena. Vive en un apartamento de lujo junto a la bahía de Miami a 200 metros de la casa de Enrique Iglesias. E insiste en llevar a los niños a colegios privados», cuenta Santacana al periódico.