Josep Santacana, ex de Arantxa Sánchez Vicario: a un paso de la cárcel y a punto de ser padre

Josep Santacana recibió el 23 de septiembre una de esas noticias que cambian el transcurso de una vida. Fue cuando la Audiencia Provincial de Barcelona le comunicaba que había desestimado el recurso en el que solicitaba anular su condena a tres años y tres meses de cárcel por un delito de alzamiento de bienes como parte del proceso en el que se sentó con la extenista en el banquillo por descapitalizar su patrimonio para evitar pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros.

La Justicia ratificaba la sentencia a la que fue condenado en enero a pesar del recurso que presentó por el cual Josep Santacana alegaba que se vio vulnerado su derecho a la presunción de inocencia y su defensa. Ahora todo está pendiente de que fructifique el recurso presentado ante el Supremo, algo por lo que pocos apuestan.

Este revés llega en un momento singular en la vida de Josep Santacana, pues está a punto de convertirse en padre de nuevo junto a su actual pareja, Beatriz. El empresario ya es padre de Arantxa y Leo, los dos hijos que tuvo con la tenista en los primeros años de su matrimonio.

Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario comenzaron su historia de amor en 2007, cuando surgió el flechazo en Ibiza. Eran dos personas de éxito y parecían destinados a vivir una bonita y duradera relación. Ella era una deportista de éxito y él un ambicioso empresario llamado a alcanzar altas cotas. Apenas un año después de conocerse se daban el «sí, quiero» en una ceremonia fastuosa y mediática celebrada en el emblemático castillo de Perelada. En 2009 nacería su primera hija, Arantxa, y dos años después lo haría Leo.

Sin embargo, todo empezó mal desde el principio. Los padres de Arantxa Sánchez Vicario se opusieron a su relación ya desde el comienzo. Veían a Josep Santacana como un hombre de ambiciones desmedidas y poco propicias para los intereses de su hija. Con el paso del tiempo, la extenista y su familia dejaron a un lado las rencillas del pasado y se volvieron a mostrar muy unidos.

Fue en enero de 2018 cuando estalló el escándalo de la separación de la extenista y el empresario. Emilio Sánchez Vicario recibió la llamada de auxilio de su hermana pequeña y la acogió en su hogar cerca de Miami junto a sus dos hijos. No iba a ser un divorcio sencillo con su patrimonio y la custodia de los hijos en juego. Un conflicto legal que ha durado hasta hoy, cuando todo está cerca de resolverse y con Josep Santacana a las puertas de la cárcel. Y a punto de ser padre.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana se detestan. Aun así, la extenista nunca se ha arrepentido de su relación y su matrimonio fallido con el empresario. «No me arrepiento de haber dado todo por amor, me arrepiento de haberle dado el control de todo lo que tenía. Tenía que haber separado el amor del resto de mi vida», confesó en su momento a la revista «¡Hola!».