Joana Sanz rectifica sobre su desprecio a Dani Alves

En ellas, el brasileño quiso contar «su versión» de lo que ocurrió la noche que «le cambió la vida», tal y como la describe él mismo: «Me he decidido a dar mi primera entrevista desde que estoy aquí para que la gente sepa lo que pienso. Que conozcan la historia a partir de lo que yo viví aquella madrugada en aquel baño», comenzó diciendo.

Sobre las versiones contradictorias que dio, apuntó la reportera del programa que el futbolista aseguró que no midió las consecuencias, ya que «su única intención era salvar su matrimonio» con Joana Sanz: Si alguien ha amado alguna vez de verdad y conocido el amor verdadero, sabrá que por conservar ese amor, uno hace cualquier cosa. Y yo mentí. Tuve miedo de perder a Joana y por eso mentí. Luché a la desesperada por salvar mi matrimonio de una infidelidad, sin importarme las consecuencias que estoy pagando. Cuando alguien conoce a su amor verdadero...», aunque finalmente no lo consiguió y la modelo le pidió el divorcio. «En cuanto le pude contar a mi mujer lo que había pasado realmente aquella noche y le pedí perdón, quise declarar otra vez y contar la verdad. Tengo claro que todo esto que estoy viviendo es una pesadilla. Que espero que algún día terminará», sentenció.

Ante estas declaraciones, 'El programa de Ana Rosa' se puso en contacto con Joana Sanz, la cual se limitó a decir: «Paso totalmente, que Dani haga y deshaga todo lo que le apetezca... Yo no quiero saber nada que tenga que ver con Dani».

Unas declaraciones que han sido muy criticadas y por las que ha tenido que rectificar. «No he dicho que quiera alejarme de él. Nada más he dicho que no me importa lo que digan los medios de comunicación. Quiero alejarme de esto, no de él», ha apuntado ahora. «Estaré a su lado, una relación es una cosa, pero él es mi familia», ha explicado a través de un vídeo publicado en su perfil de redes sociales. «Son ocho años juntos, por lo tanto, estaré a su lado. Guste o no guste. Dejen de hablar de la vida de los demás», finalizó visiblemente molesta, incluso con tono de reproche.