Jesulín de Ubrique y María José Campanario ganan la batalla legal contra Telecinco y Kiko Hernández

Cabe resaltar Julia interpuso una demanda contra Telecinco y Kiko Hernández por «vulnerar su derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen» tras usar imágenes de su perfil de redes sin consentimiento, así como revelaron detalles de su vida privada «sin el más mínimo indicio o prueba de lo que se relataba».

En ese sentido, la sentencia determina que: «La actividad pública de sus padres, la exposición mediática que estos hayan llevado a cabo previamente, incluso sobre la propia demandante durante su minoría de edad, no la convierte de manera automática en personaje público, mediante una especie de subrogación legal en la expectación mediática que sus familiares han venido creando previamente. Alcanzada la mayoría de edad, es en todo caso prerrogativa personalísima de la demandante el elegir cuál va a ser su conducta ante los medios de comunicación».

Eso significa que, a pesar de la trayectoria pública de sus padres y de su protagonismo en portadas de revistas cuando era niña, al cumplir la mayoría de edad, ella puede decidir si quiere ser un personaje público o no. Además, cabe resaltar que la resolución llega apenas unos días después que Jesulín y María José emitieran un comunicado en relación al anonimato de su segundo hijo, Jesús Alejandro, quien cumplió 18 años el pasado jueves.

Por otro lado, los abogados de Julia, Mario Bonacho Caballero y Marisa Herrero-Tejedor Albert han indicado a '¡Hola!' que «se trata de una sentencia muy minuciosa que deja totalmente claro que Julia no es un personaje público y que los demandados inventaron literalmente todo tipo de informaciones sobre su persona sin el más mínimo indicio o prueba de lo que se relataba».

A raíz de lo sucedido con Kiko Hernández, quien relató «de manera repetida» detalles de la vida personal de Julia, así como publicó imágenes de sus redes sociales sin consentimiento en 2021, los abogados de la primogénita de María José Campanario señalaron que: «El empleo de imágenes sin su consentimiento para ilustrar una información que invade su derecho a la intimidad y su derecho a la propia imagen no tiene encaje en la libertad de información del medio de comunicación y, por lo tanto, se refrenda nuestra teoría ceñida a que una persona por muchos seguidores que tenga en Instagram no tiene por qué ver cómo un tercero emplea sus imágenes sin consentimiento».

Los letrados también indicaron que «esta resolución es aplicable a muchas personas que ejercen actividades de influencer, pero en concreto, a personas que son hijos de personalidades públicas que desean mantener un perfil totalmente anónimo sin vínculos al mundo televisivo o de la prensa».

Finalmente, la cadena televisiva deberá abonarle 190 mil euros de indemnización a la joven, mientras que Kiko Hernández tendrá que pagarle 30 mil euros «en concepto de daño moral».