Jamie Lee Curtis denuncia el 'genocidio' estético contra las mujeres: «Nos hemos desfigurado»

La intérprete no se ha andado con rodeos a la hora de referirse a lo que considera un fenómeno destructivo. «He hablado mucho sobre el genocidio de una generación de mujeres por parte del complejo industrial cosmecéutico, que se han desfigurado a sí mismas. Los labios de cera realmente lo dejan claro», afirmó. Y ante la posible controversia del término «genocidio», aclaró sin titubeos: «He usado esa palabra durante mucho tiempo y la uso específicamente porque es una palabra contundente».

Curtis sostiene que la presión estética ha borrado «una o dos generaciones de aspecto humano natural». Para ella, los procedimientos que alteran el rostro, ya sean químicos, quirúrgicos o mediante rellenos, están desfigurando a mujeres que, en su opinión, acaban perdiendo su identidad física en busca de un ideal inalcanzable.

Además, la actriz no dudó en señalar la influencia de las nuevas tecnologías en este fenómeno, especialmente la proliferación de filtros digitales que modifican los rasgos faciales en redes sociales. «En cuanto aplico un filtro y ves el antes y el después, es difícil no pensar: 'Ah, bueno, así queda mejor'. Pero, ¿qué es mejor? Mejor es falso. Y hay demasiados ejemplos», denunció, aunque sin dar nombres concretos.

Jamie Lee Curtis lleva años siendo una de las voces más críticas con las exigencias estéticas dentro de Hollywood, una industria que, según ha dicho en varias ocasiones, ejerce una presión desmedida sobre las mujeres jóvenes. «Me he convertido en una defensora muy pública para deciros a las mujeres que sois preciosas y perfectas tal y como sois», recordó en la entrevista.

No habla desde la distancia. Curtis ha reconocido en diversas ocasiones que también fue víctima de esas expectativas. A los 27 años, tras rodar la película 'Perfect', decidió someterse a una cirugía estética para corregir unas supuestas «bolsas» en los ojos, después de que un director de fotografía comentara que no podía filmarla por ese motivo. «Para mí fue muy embarazoso», confesó. «Así que en cuanto terminó la película, acabé haciéndome cirugía plástica. Me arrepentí inmediatamente y me he arrepentido desde entonces». Aquel procedimiento fue el inicio de un episodio de adicción a los opiáceos, que marcó una etapa oscura en su vida.

Por el momento, Jamie Lee Curtis sigue presente, más crítica y activa que nunca, alzando su voz contra un sistema que, según ella, desfigura cuerpos y borra identidades.