El aprendizaje de Iván Rojo tras su polémica salida de Operación Triunfo
Era evidente que el cantante tenía muchas ganas de experimentar la fama y la exposición, pero las cosas no le han salido tal como esperaba
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Iván Rojo
Iván Rojo ha sido, sin duda, uno de los nombres más comentados de la edición 2025 de 'Operación Triunfo'. Su paso por la Academia, aunque breve, dejó claro que en los realities modernos el talento va de la mano de la controversia, lo viral ... y la opinión pública. Desde el inicio, Iván entró con ganas, confianza y la ilusión de quien ha probado antes, de quien ha tocado puertas varias veces. El chico de Valladolid, de 23 años, sabía que OT no es solo cantar bien, sino también mostrarse, conectar y resistir el bombardeo mediático. Y eso lo ha vivido en sus carnes: los temidos comentarios de las redes sociales. No tardó en verse reconocido por su seguridad, por anuncios públicos de lo que esperaba que fuera para él su paso por el concurso, por creer que su ciudad estaba 'revolucionada' con su participación, por decir «lo voy a petar» o que «esto va a ser superguay». Palabras que, si bien son naturales en alguien que sueña con luces, no siempre caen en gracia cuando el público espera humildad o esfuerzo silencioso.
La directora de la Academia, Noemí Galera, desde los primeros días lanzó señales firmes: le parecían declaraciones exageradas, avisó de que Iván estaba más pendiente de lo externo que de lo interno, de lo que pasaba fuera de OT más que de lo que ocurría en las clases, los ensayos o las actuaciones. Esa desconexión, decía, podía jugarle en contra, sobre todo en un programa donde cada jugada, cada opinión, cada gesto se observa con lupa. Y en efecto, no tardaron en surgir las polémicas.
Quizá la más viral fue la del catalán y el gallego como lenguas cooficiales. Durante una conversación informal con compañeros, Iván dijo que esas lenguas «no son una lengua oficial» en comparación con el castellano, que «cooficial no equivale a oficial», y puso ejemplos de lugares como Mallorca, donde el idioma local se pide como requisito laboral. Max y Tinho, compañeros de academia con orígenes catalán y gallego, lo corrigieron: explicaron que 'cooficial' quiere decir precisamente que la lengua tiene reconocimiento oficial en aquellos territorios donde convive legalmente con el español. Eso desató una oleada de críticas en redes sociales a las que siguieron memes, reproches y debates. Algunos defendían que simplemente ignoraba el matiz lingüístico, otros lo acusaban de minimizar culturas.
En paralelo surgieron otras críticas más relacionadas con su actitud general: se le señaló como alguien con exceso de confianza, con frases grandilocuentes que parecían anticipar éxito antes de demostrarlo dentro de la Academia, y fue fuertemente criticado por concentrarse más en lo que se decía fuera que en formarse dentro. Meme tras meme, sus declaraciones se viralizaron, lo que le mantuvo en el foco mediático, pero no necesariamente hizo favores a su causa de quedarse y seguir formándose y concursando.
La votación de la Gala 2 fue demoledora: Iván fue expulsado con un 84 % de los votos en contra, frente a Claudia Arenas, su nominada, que consiguió permanecer. Era una salida esperada por muchos críticos del formato, quienes interpretaban que su popularidad estaba por debajo del rechazo generado por sus polémicas. Sin embargo, él ha salido con decisiones claras, con ganas de aprovechar lo vivido y con conciencia de que no todo era negativo.
En su primera reacción tras la salida, Iván reconoció que había sido una experiencia «muy heavy». Agradeció la oportunidad de estar, de cantar, de vivir OT, de conocerse de una forma nueva. Dijo que la canción que escogió para su despedida, It's My Life de Bon Jovi, la tenía reservada para momentos especiales, que le apetecía cambiar de registro, hacer algo distinto. También habló de sus ganas de aprender, de aprovechar lo que le aconsejaron los profesores, de reconectar con su familia tras tanta presión de cámara. Se refirió al fenómeno de la eliminación con respeto, incluso admiró a quienes han salido antes de OT y tienen hoy carreras sólidas, como Lola Índigo, que fue expulsada la primera semana en su edición y ha logrado continuidad.
Noemí Galera, por su parte, al despedirlo públicamente, lamentó que Iván no hubiese aprovechado al máximo la experiencia. Dijo que, si él se va, se dará cuenta de que desaprovechó una oportunidad que no todos tienen. Pero no todo son críticas, también surgen voces que piden respeto, que recuerdan que detrás de la polémica hay una persona con sueños, miedos y expectativas. Periodistas como David Moreno salieron en su defensa, apelando a que insultar o burlarse colectivamente es fácil desde una pantalla, pero sus consecuencias personales no se ven.
Ahora, fuera de la Academia, Iván dice que usará este momento como aprendizaje. Que, aunque su paso haya sido corto, lo que importa es lo que hagas después. Tiene claro que quiere dedicarse a la música, quiere seguir trabajando. Ha mencionado que va a tomarse un tiempo, quizá descansar un poco, recomponerse, pero con intención de seguir. También que este concurso le ha servido para ver cuánto pesa la exposición, cuánta diferencia hay entre lo que uno ve en pantalla y lo que siente detrás de cámaras. Si duda todo un aprendizaje.
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