Infidelidades, dinero y sexo: las cláusulas matrimoniales más insólitas de los famosos

Entre las parejas con reglas inusuales se encuentran Keith Urban y Nicole Kidman. Casados desde 2006, tuvieron que lidiar con las adicciones del cantante de country. «Apenas cuatro meses después de casarnos, mis adicciones hicieron estallar nuestro matrimonio», confesó Urban en los premios AFI Life Achievement Award en 2024.

Para evitar problemas, Kidman incluyó una cláusula especial en su contrato matrimonial: si Urban consume cocaína o alcohol, ella puede divorciarse sin tener que darle ninguna compensación económica.

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Otra pareja con reglas curiosas es la de Mark Zuckerberg y Priscilla Chan. La pediatra y el fundador de Facebook establecieron un «contrato de amor», que los obliga a dedicar al menos 100 minutos semanales a solas, además de una noche fuera de casa sin distracciones.

Las cláusulas sobre fidelidad son algunas de las más comunes entre los famosos. Justin Timberlake y Jessica Biel, por ejemplo, acordaron que si el cantante le es infiel, deberá pagarle 500.000 dólares. Esta medida cobró relevancia en 2019, cuando Timberlake fue fotografiado con Alisha Wainwright en el set de la película Palmer. Aunque negó cualquier infidelidad, tuvo que pedir perdón públicamente a su mujer.

Otro caso llamativo es el de Denise Richards y Charlie Sheen, casados entre 2002 y 2006. Sheen debía pagarle 4 millones de dólares en caso de adulterio, además de 300.000 dólares por cada año de matrimonio si se divorciaban. Cuando finalmente se separaron por «diferencias irreconciliables», Richards obtuvo la custodia exclusiva de sus hijos y una pensión de 20.000 dólares al mes.

Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones también adoptaron un acuerdo similar debido a las adicciones sexuales del actor. Si Douglas le es infiel, debe pagarle 5 millones de dólares, además de 2,8 millones por cada año de matrimonio si se divorcian. Afortunadamente para él, en 2024 la pareja celebró su 25º aniversario de bodas.

Ben Affleck y Jennifer López, casados entre 2022 y 2024, firmaron una cláusula similar: el actor debía pagar 5 millones de dólares en caso de infidelidad. Sin embargo, lo más sorprendente fue la exigencia de J.Lo en su acuerdo prenupcial: tener al menos cuatro relaciones sexuales por semana. La pareja se divorció el 6 de enero de 2024.

En el caso de Brad Pitt y Angelina Jolie, la fidelidad no era solo un asunto de dinero. La actriz incluyó una cláusula que le garantizaba la custodia exclusiva de sus hijos si Pitt la engañaba.

Muchas de estas cláusulas están directamente relacionadas con asuntos financieros. Tom Cruise y Katie Holmes, por ejemplo, firmaron un acuerdo en el que ella recibiría 3 millones de dólares por cada año de matrimonio. Si superaban los 10 años juntos, Holmes tendría derecho a la mitad de la fortuna del actor, valorada en 250 millones de dólares en aquel momento. Sin embargo, prefirió un divorcio rápido en 2012 sin reclamar el dinero, aunque obtuvo 400.000 dólares anuales en manutención para su hija Suri hasta que cumpliera 18 años.

Kanye West y Kim Kardashian también firmaron un acuerdo en el que la empresaria recibiría 1 millón de dólares por cada año de matrimonio, además del derecho a quedarse con todos los regalos que él le diera.

Otro caso es el de Beyoncé y Jay-Z. El rapero se comprometió a pagarle a su esposa un millón de dólares por cada año de matrimonio y 5 millones de dólares por cada hijo que tuvieran juntos.

Finalmente, Hugh Hefner optó por un método más simple: su esposa, Crystal Harris, no recibiría ni un centavo si lo abandonaba. La pareja permaneció casada hasta la muerte del creador de Playboy en 2017.