La Infanta Cristina, la más indescifrable de la Familia Real

Según Barrientos durante años fue la más desconocida hasta que estalló el Caso Nóos y paso acaparar toda la atención mediática. «Es el personaje más indescifrable. Yo la llamo la infanta invisible porque ha tenido esa parte de invisibilidad elegida. Es una mujer que decidió marcharse de Zarzuela e irse a vivir a Barcelona por amor y que volvió a ser noticia cuando se destapó el caso Nóos y lo que nadie imaginaba es que una infanta de España iba a estar sentada ante el juez Castro«, asegura Barrientos.

En el libro la describe como una mujer inteligente, con una preparación que no tiene nadie de su familia, excepto su hermano Felipe VI. «Es una mujer independiente, competitiva, que ha hecho lo que ha querido y se ha enfrentado al Rey y a su familia en varias ocasiones. La última precisamente por amor a su marido«. La autora sostiene que eligió a Urdangarin por descarte, aunque después se enamoró de él.

«Ella inicialmente estaba enamorada de Jesús Rollán, el waterpolista, pero este le dijo que no porque tenía novia. Fue él quien le presentó a Iñaki. Luego siguieron siendo amigos y formaron parte muchos años de la misma pandilla. A la infanta cuando le ha gustado un hombre no le ha importado levantar el teléfono. Ten en cuenta que cuando conoce a Urdangarin, este tiene novia y está a punto de casarse. Tanto es así, que había incluso ido a probar el menú de la boda«, explica Barrientos.

Siempre dice, le han gustado los deportistas, pero no por eso quedó excluida de las quinielas de la realeza europea de la época «Se llegó a decir que se casaría con el príncipe belga o incluso con Alberto de Mónaco y el príncipe de Gales«. Pero encontró en el exjugador de balonmano y su familia un refugio absoluto.

Destaca Barrientos la educación que tanto la infanta como su ex marido han dado a sus cuatro hijos. «Urdangarin tendrá muchísimos defectos, pero ha sido siempre un buen padre, que incluso cuando se mudaron a Ginebra y se quedó sin trabajo se encargaba de atender el hogar y a sus hijos«. Y Cristina, ha querido ejercer de madre diferenciándose de la suya y de las princesas al uso. »Ha sido más una madre de clase media alta, que ha luchado por que sus hijos estuvieran unidos ante la adversidad. Les han dado una buenísima educación tanto académica como a nivel personal«.

Ella también ha encontrado en su hermana la infanta Elena, una escudera fiel, además de en sus amigas de toda la vida y sus compañeras de La Caixa con las que trabaja mano a mano. Aunque según Barrientos, Doña Cristina, siempre ha sido un verso suelto, parece que, tras el anuncio de separación, ha retomado la relación con su padre, al que dejó de hablar cuando este la obligó a separarse al estallar el caso Nóos. La que sí ha estado siempre a su lado ha sido su madre, Doña Sofía, que viajó a Ginebra en muchas ocasiones mostrando su apoyo tanto a sus nietos como a su hija y su por entonces yerno ideal.

Quedan en el aire varias dudas que refleja a lo largo del libro. Por un lado, defiende la autora que las imágenes de la infidelidad de Iñaki y Ainhoa fueron hechas a modo de chantaje para poder conseguir el divorcio. Tampoco cree Barrientos que la infanta Cristina este pasando ninguna pensión mensual a su ex marido «Creo que tienen algún dinero privado entre ambos. Les unen más cosas que los hijos«, dice. Tampoco descarta que la infanta Cristina abandone su residencia en Ginebra a largo plazo y decida mudarse a Barcelona. Son muchos los secretos que hacen de ella uno de los personajes más fascinantes de la familia real española y digna de un libro.