La inesperada crítica de Julio José Iglesias al restaurante de Íñigo Onieva

Casa Salesas lleva ya un tiempo funcionando y la polémica le ha acompañado casi desde el comienzo. Hasta ahora, las mejores críticas solían provenir, como no podía ser de otra manera, de los familiares y próximos al marido de Tamara Falcó, pero ahora ni eso.

Julio José Iglesias acudió a los Beef Awards de Madrid en compañía de su actual novia, la modelo cubana Ariadna Romero, y está aprovechando la visita a la capital de España para tener esos días de relax que tanto le gustan y a los que acostumbra.

«Llevo una semana en España y estoy muy contento de estar aquí. Estuve aquí hace nada porque estuvo haciendo el programa de televisión con mi hermana y me quedo aquí unos días más y luego me voy a Estados Unidos, pero luego vuelvo en agosto para cantar en Starlite. Canto el día 30. Volveré el 26 o 27 y estoy muy contento», aseguró.

De momento no tiene planes de boda. «He venido con mi novia, Ariadna, y muy contento», dijo para evadir el espinoso asunto. Pero sí confesó su deseo de ser padre: «Me encantaría, pero no uno, sino tres o cuatro o cinco», afirmó entre risas sin que hubiera reacción visible de su novia.

Y luego llegó el repaso general de la actividad de la familia, que es numerosa. Por ejemplo, habló del fichaje de su hermana Tamara Falcó por 'Got Talent'. «Me encanta Tamara. Yo creo que lo va a hacer muy bien. Tamara tiene mucha gracia, tengo muchas ganas de verla porque todavía no la he visto, aunque llevo poco días por aquí», explicó.

Entonces vino el plato fuerte, nunca mejor dicho. Julio José Iglesias desveló que en su visita a Madrid ha tenido tiempo de pasarse por Casa Salesas y ahí se le escapó una confidencia que seguramente no agradará a Íñigo Onieva y la familia. Intentó hacer buena promoción del restaurante, pero se acabó liando.

«Estuve hace dos o tres días y me gustó mucho», aseguró en un principio. Entonces la prensa, que hay que ver cómo es, le preguntó si era verdad el local olía a brasa, tal y como se han quejado algunos vecinos. «Ay, no sé», dijo al respecto con su peculiar tono de voz.

Y entonces fue cuando llegó el asunto de 'la dolorosa' para darle la razón a los muchos que aseguran que no es para todos los bolsillos a pesar de tratarse de un restaurante basado en la cocina tradicional y sencilla.

«Bueno, barato no es, es verdad. Yo como muy poco tortilla, queso, pasta... No me acuerdo quién pagó ese día, pero creo que no era barato», declaró ante la estupefacción de los presentes. Y pronto se apresuró a decir: «El sitio está muy bien y es precioso».

Hace semanas que se habla de Casa Salesas, y términos poco elogiosos generalmente. A la luz salieron reseñas positivas en Google que luego se descubrió que procedían de familiares y amigos directos de la familia.

Mientras tanto, diferentes críticos gastronómicos aparecieron para criticar tanto la comida como los precios desorbitados por platos generalmente sencillos. Por ejemplo, el conocido influencer gastro Alberto de Luna compartió en su perfil de Instagram una cuenta de 261 euros dividida entre dos comensales.

«Local chulo pero con un enorme fallo y es que la salida de humos de la parrilla de la planta de arriba parece de juguete, acumulándose el humo, lo que mezclado al uso de moqueta, hace que todo apeste a brasa», comenzaba en su reseña. Y añadía: «Servicio lentísimo. Hasta pasadas las nueve no nos empezaron a servir, algo inadmisible cuando a las diez te echan». Como conclusión respecto a la cocina: «Todo muy mal».