Los hijos de Berlusconi ponen a la venta su millonario patrimonio inmobiliario

A su compañera desde el 2020, la diputada de Forza Italia, Marta Fascina, 33 años, a la que Il Cavaliere llamaba «mi mujer», dejó un legado de 100 millones de euros, la misma cantidad que al hermano del exprimer ministro, Paolo Berlusconi; y 30 millones de euros para su amigo de una vida Marcello Dell'Utri, una persona controvertida, clave en el lanzamiento de Forza Italia y en diversos asuntos de Il Cavaliere.

Con un patrimonio de 7.100 millones de euros, según Forbes, Berlusconi era el tercer hombre más rico de Italia (después del empresario Giovanni Ferrero y de Giorgio Armani).

A mediados del pasado mes de septiembre se supo que los cinco hijos del magnate aceptaron el reparto de la millonaria herencia de 5.000 millones de euros que les dejó su padre. «Marina, Pier Silvio, Bárbara, Eleonora y Luigi Berlusconi anuncian que han aceptado la herencia de su padre, interpretando sus últimos deseos en total armonía para honrar su recuerdo con profunda gratitud», informaron a través de un comunicado conjunto.

La revista Forbes estimó entonces que, tras heredar el patrimonio de su padre, la fortuna de Marina y Pier Silvio ascendería a 1.900 millones de dólares cada uno (1.700 millones de euros aproximadamente), mientras que sus otros tres hijos obtendrían un capital de unos 1.000 millones de dólares cada uno.

Esta semana ha salido a la luz que los hijos de Silvio Berlusconi están gestionando la venta de la mayor parte del patrimonio inmobiliario de su padre, valorado en cerca de 700 millones de euros. El político tuvo infinidad de propiedades a la altura de la riqueza que acumuló y ahora sus descendientes han tomado esta decisión debido a los elevados gastos de mantenimiento que generan estas mansiones. Una vez se vendan las propiedades, los ingresos se dividirán entre los cinco hijos.

A pesar de poseer exquisitas propiedades, la más importante es Villa Certosa, una imponente mansión construida en la Costa Esmeralda (Cerdeña), con valor que supera los 300 millones de euros. Sin embargo no todas estarán a la venta. Existe una excepción: Villa San Martino, situada en el municipio de Arcore, a las afueras de la ciudad de Milán y que desde el año 1974 fue su residencia, epicentro de sus operaciones y uno de los símbolos de poderío, riqueza y lujuria. Tal y como ha reconocido su hija mayor, en una entrevista concedida para el libro de Bruno 'Vespa Il rancore e la speranza' ('El rencor y la esperanza'), el deseo de la familia es que ese lugar continúe siendo su «punto de encuentro»: «Nuestro padre amaba la vida, la luz, el bullicio de la gente. Villa San Martino debe permanecer así, viva: queremos que siga siendo el lugar de las reuniones de negocios, así como, por supuesto, el punto de encuentro de nuestra familia. Es lo que él habría querido», ha especificado Marina.

Y es que casi 30 años antes de su muerte, Silvio Berlusconi construyó en Villa San Martino un mausoleo en medio de los jardines que consta de 37 nichos asignados a sus familiares y allegados, inspirado en la tumba de Tutankamón y donde el 'Cavaliere' ordenó que permanecieran sus restos: «Aquí es donde quiero irme cuando llegue el momento, aquí es donde quiero ser enterrado con mis amigos y familiares».