Un hijo secreto fruto de una violación y su rechazo a Marlon Brando: los hombres en la vida de Claudia Cardinale

La musa del mejor cine italiano fue desde muy joven uno de los rostros más queridos del cine europeo, convirtiéndose en musa de algunos de los mejores directores italianos y franceses de la época. «Nunca he caído en las trampas de los hombres. Incluso rechacé a Marlon Brando. Nunca he mezclado mi vida privada con el trabajo. Cuando empecé a trabajar en Estados Unidos llamó a la puerta de mi habitación de hotel. Hizo todo un numerito para seducirme y como vio que yo no reaccionaba, se marchó; pero antes de cerrar la puerta me dijo que era una testaruda. La verdad es que me quedé con las ganas…», reconoció la actriz en una entrevista con este periódico en el año 2013.

Sin embargo, la vida de la actriz no siempre ha sido un camino de rosas. Con tan sólo 17 años sufrió una violación de la que se quedó embarazada. Un bebé que fue bautizado con el nombre de Patrizio y que sus padres, Francesco y Yolanda, criaron como su propio hijo, convirtiéndole en hermano de Claudia. «Mi agresor continuó persiguiéndome y quería que abortara, pero yo no quise. Los hombres nunca valdrán más que nosotras. Aún no han aprendido a aceptar nuestra emancipación, el derecho a la independencia que hemos conseguido a través de tantas batallas», reconoció años más tarde la intérprete en una entrevista con 'Il Messaggero'. Cardinale reveló el abuso que sufrió con 60 años -en su autobiografía-, y su propio hijo no supo quién era en realidad su verdadera madre hasta que cumplió 19 años. «No prestaría mi historia al cine. Es un asunto personal», se justificó. «Estuve viviendo, en aquel periodo un momento muy delicado de mi vida. Un hombre que no conocía, mucho mayor que yo, me obligó a subir a un auto y me violentó. Fue espantoso, pero la cosa más bella es que de aquella violencia nació mi maravilloso hijo», y aseguró que «¡ni por un momento pensé en deshacerme de mi criatura! Hablé con mis maravillosos padres y con mi hermana Blanche y todos juntos decidimos que mi niño crecería en familia, como un hermano menor».

En 1966, Claudia contrajo matrimonio con el productor Franco Cristaldi. Su relación comenzó cuando Claudia contaba con tan solo 28 años de edad, frente a los 42 del cineasta. Franco adoptó a Patrizio, otorgándole su apellido. Después de años de tensiones profesionales y personales, la pareja se separó definitivamente en 1975. «Con él era prácticamente una empleada, una subordinada a la que le pagaba al mes las cuatro películas que hacía al año. Ni lo llamaba por su nombre sino por su apellido. Mis padres estaban furiosos», declaró años más tarde una entrevista concedida a 'Il Corriere' .«No estaba enamorada de él, él sí de mí. Fue un gran productor, pero a nivel privado, mejor pasarlo por alto», añadió.

Su gran amor fue el director Pasquale Squitieri, a quien conoció en el rodaje de 'Los guapos' en 1973. Él fue «la persona con la que compartí todo», tal y como ella misma le describió tras su muerte en 2017. Justos tuvieron una hija: Claudia. «Como no quería casarme, deseaba que hubiera al menos una Claudia Squitieri en la familia. Me pesaba el recuerdo de la violencia que sufrí. Además, nunca me ha gustado mezclar la vida pública con la privada», reconoció.