El hijo de Rod Stewart ingresa en una clínica de rehabilitación por su adicción a las drogas

El tercero de los ocho hijos del intérprete de 'Have you ever seen the rain', se encuentra recluido en el centro Cliffside Malibu, ubicado al este de California y el cual tiene un costo de 80 mil dólares al mes. Cabe resaltar que el íntimo amigo de Sean, Scott Disick, también estuvo internado en este establecimiento para tratar su adicción.

La noticia llega meses después de que Sean se separara de Jody Weintraub, con quien se casó en febrero de 2023. Fue en San Valentín cuando el emprendedor y su expareja se comprometieron y llevaron a cabo su boda en Las Vegas. Aunque ambos se conocían desde el instituto, no fue hasta años después que se reencontraron gracias a un amigo en común.

En tanto, una fuente cercana a la familia confirmó para 'Daily Mail' que «Sean está en rehabilitación por adicción a las pastillas. Tiene un largo historial de adicción a las drogas y decidió buscar ayuda cuando vio que estaba cayendo de nuevo al abismo», reveló e informante, quien también agregó que «hubo una intervención familiar porque estaban muy preocupados».

La fuente también aseguró que «Sean se presentó voluntariamente para salvarse» y afirmó que «Rod está orgulloso de él por haber recibido ayuda. Se espera que esté internado 90 días, lo que es habitual». Cabe resaltar que, la costosa instalación en Malibú cuanta con impresionantes vistas al mar, una piscina al aire libre y gimnasio. Además, todas las habitaciones cuentan con cama y televisión grande, para garantizar una cálida estancia.

Cliffside Malibu también ofrece clases de yoga, equinoterapia, acupuntura, asesoramiento grupal y cuenta con chefs, quienes les ofrecen a los pacientes diversas opciones de dietas saludables y orgánicas.

Sean Stewart ha hablado abiertamente sobre sus batallas contra la adicción en el pasado. Una vez dijo que ser el hijo de la realeza del rock era «una maldición y un obstáculo» en su vida. Además, también reveló que tenía unos 13 años cuando comenzó a beber y años más tarde, comenzó a consumir drogas como éxtasis y heroína. «A esa edad iba a fiestas y bebía, fumaba cannabis y cigarrillo. Me resultaba muy fácil conseguir drogas», confesó al 'Daily Mail' en 2012.

A sus 19 años, Sean ya había desarrollado su adicción a las drogas y el alcohol, motivo por el cual fue enviado a Meadows, un conocido centro de tratamiento en Arizona. Pese a su intento de rehabilitarse, sufrió una sobredosis, de la cual se pudo recuperar. Cabe resaltar que su adicción lo ha llevado a tener problemas con la ley: en diciembre de 2001 fue arrestado y encarcelado por 90 días tras no refutar el cargo de agresión con arma mortal en un estacionamiento.