La hija del Príncipe Haakon de Noruega abandona a su padre en su peor momento

Tras unos meses de descanso, el próximo mes de agosto la primogénita de Haakon y Mette-Marit comenzará sus estudios universitarios en Sídney (Australia). A diferencia de la mayoría de jóvenes herederos al trono que escogen universidades europeas o estadounidenses, la princesa ha optado por este centro en el que comenzará sus estudios en Ciencias Sociales y más concretamente en la especialidad de Relaciones Internacionales y Economía Política. «Su Alteza Real está deseando dedicarse a sus estudios en los próximos años», han confirmado este lunes 26 de mayo a través de un comunicado emitido por la Casa Real noruega.

Una carrera de tres años de duración, tiempo en el que la joven convivirá junto al resto de sus compañeros en una residencia de estudiantes situada en el propio campus universitario.

Durante este tiempo, la princesa viajará a Oslo para ocasiones muy especiales, dejando así -al menos durante un tiempo- de ejercer como un miembro en activo de la realeza noruega. Una situación que situará en el centro mediático a su padre, el Príncipe Haakon, que ahora mismo no pasa por su mejor momento.

Y es que la popularidad del hijo de Harald V y Sonia de Noruega ha descendido notablemente -pese a ser el miembro de la familia con un mayor peso en la agenda- después de abrirse una investigación por un presunto alquiler de una decena de propiedades ubicadas en la finca real y cedidas por su padre para uso y disfrute. «¿Dónde va el dinero?», se pregunta la prensa.

Todo parte de una publicación del medio 'Dagbladet', que ha examinado el contenido de los contratos ofrecidos por el Príncipe Heredero a sus inquilinos, y con algunas de cuyas cláusulas que comienzan a plantear interrogantes. Las investigaciones de la citada publicación muestran que el poder adquisitivo del Príncipe Haakon y su mujer «ha aumentado mucho más que el incremento de precios y el crecimiento salarial en otras esferas de la sociedad». Otro escándalo de una monarquía noruega que ya se ha acostumbrado a vivir con ruido y a hacer su vida sin dar muchas explicaciones de casi nada.

A esto se le suma la delicada salud de la Reina Sonia y la Princesa Mette-Marit, quienes en los últimos meses han protagonizado varias bajas médicas. La reina tuvo que ser hospitalizada hasta en dos ocasiones por problemas respiratorio y su esposa padece una fibrosis pulmonar que con los años se va agravando.