Viejóvenes: el cambio radical de los protagonistas de 'Stranger Things' en la próxima temporada

Netflix, que sabe que el fandom está loquito por zamparse la nueva entrega, va soltando desde hace unos meses nuevos teasers con cuentagotas. Ya sabemos la fecha de estreno: verano de 2022. Queda todavía un rato. Hoy, las redes arden de desesperación.

La pandemia ha hecho estragos en todas las producciones, eso es así.

Pero es hasta cruel que Netflix se haga rogar tanto. Los fans lo están pasando mal, por favor. En fin, al menos podemos traeros los nuevos looks de los protagonistas, que están ya en estado viejoven y han dejado atrás aquellos rostros inocentes del pasado.

Gaten Matarazzo, el dulce Dustin, ha dejado atrás su melena rizada cual coliflor y en la cuarta temporada lo vemos con un look estilo mullet (con las sienes pegadas con fijador) que hizo furor en 1986, año en que se ambienta la nueva temporada. Lucas (Caleb McLaughin) luce un corte de pelo que se popularizó entonces con el nombre de rascacielos y que hizo furor, por ejemplo, entre los jugadores de la NBA.

Will Byers (Noah Schnapp), el hijo menor en la ficción del personaje de Winona Ryder, no termina de abandonar el corte estilo tazón, pero ahora lo ha estilizado y es bastante más corto. Mike Wheeler (Finn Wolfhard), el interés romántico de Trece, es seguramente uno de los que más cambian esta temporada, con una melena con flequillo con la que sus fans van a flipar.

¿Y las chicas? Pues la hermana de Lucas, Erica, deja sus recogidos de niña pequeña y aparece con uno de esos flequillos-rulo tan populares en aquella década y un maquillaje de lo más estridente. Max (Sadie Sink) cambia la melena suelta por dos trenzas y Trece —o sea, Millie Bobby Brown —, la gran protagonista de la serie, lucirá melenón larguísimo y será el mayor contraste de todos los looks de los protagonistas (¿recuerdas su cabeza rapada al uno en la primera temporada?).

La cuarta temporada de Stranger Things sale, por tanto, con demasiado retraso (tres años después de la tercera) pero con muchísima expectación por parte de sus seguidores. Unos protas que empiezan a tener pinta de viejóvenes, sí, pero con un éxito que parece inextinguible.