Las meteduras de pata más sonadas de 2021

Suceden dos cosas: una, que lo de anunciar comidas ultracalóricas no está muy bien visto. Pero es que encima la propia Aitana es celiaca, con lo cual no podría haber probado su propio menú. La cantante salió del paso diciendo que se lo habían diagnosticado con el contrato ya firmado. Pero el mal ya estaba hecho.

Allá por febrero, Raquel Bollo apareció en las redes sociales mostrando un look que ocultaba (exhibía, en realidad) un detalle muy ostentoso:

Se trata de un Rolex que, a tenor de los comentarios que generó, tenía dos opciones: o era auténtico y muy probablemente robado, porque hay que presentar montones de documentos para poder adquirirlo, o era falso. No sabemos qué opción es la peor, pero lo cierto es que alguien advirtió en redes sociales de que le habían robado 20 ejemplares y uno era como el que lucía Raquel. Ella atajó los rumores diciendo que lo había sacado montones de veces, pero la duda quedó flotando en el aire. Y el espíritu de ostentación.

Quizá no conozcas a Marina Yers: es una chica muy joven con casi millón y medio de seguidores en Instagram y un cerebro, digamos, poco amueblado. Sus meteduras de pata son constantes: ha difundido que las mascarillas tienen larvas, ha incitado a apostar a los menores que la siguen… Pero, no contenta con eso, uno de sus peores momentos (y que le haría ganarse el título de las más odiadas del año), y tiene muchos, fue fomentar los trastornos de la conducta alimentaria:

En agosto, Ortega Cano acudía a Viva el verano y declaraba seguir enamorado de Rocío Jurado, a quien consideraba el amor de su vida. Hombre, decir eso con tu actual mujer, Ana María Aldón, delante, pues queda regular, para qué engañarnos. Luego se deshizo en halagos hacia Ana María, diciendo que la quería mucho y que era un buen marido, pero ahí quedó la frase: para los anales del salseo patrio.

Lo de Elon Musk merece un monográfico, la verdad, porque este señor da casi tantos titulares como millones tiene en su cuenta. En fin, la última (de momento) tiene que ver con una conversación mantenida con David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos, en Twitter al saberse que desbancaba a Bezos como el hombre más rico del planeta.  

El mencionado interlocutor lo felicitaba y le pedía un 2% de sus ganancias para solucionar el hambre en el mundo y ¿qué dijo Elon? Lo esperable: que cómo van a solucionar nada 6.000 milloncejos de dólares. Ay, Elon.

Kim Kardashian es una de esas mujeres que viven por y para su imagen. Pues bien, un post suyo en enero dejó uno de esos momentos maravillosos: se aplicó un autobronceador para parecer más morena… pero olvidó sus manos.

Volviendo a asuntos más serios, todos sabemos el horror por el que están pasando las mujeres afganas. Pues bien, Cepeda, ex concursante de Operación Triunfo, se despachó a gusto con el feminismo a raíz de la crisis en el país de Oriente Medio.

Por supuesto, fue tal la riada de críticas que primero pidió perdón y después cerró su cuenta de Twitter (que ya ha vuelto a abrir, por supuesto).

Pero si hay una de esas meteduras de pata que adoramos es la de Rocío Flores en Instagram intentando promocionar un cepillo:

Sí, todas las supuestas peticiones de información son suyas: las menciones aparecen en gris y a la derecha, que es como aparece lo que uno mismo escribe en mensajes privados. Eso, sin contar con que el estilo al escribir es exactamente el mismo. Demasiado burdo… hasta para Rocío.