¡Fantasía! Los 7 looks de la boda de Paris Hilton con los que queremos arrancarnos los ojos

Entendemos que después de organizar un bodorrio como este se te quiten las ganas hasta de vivir, pero Kathy, chiquilla, una cosa es que llegues exhausta y otra que te plantes el día más importante de la vida de tu hija con un batín arrugao en el que los corazones ni casan en las costuras. Esto no es agotamiento, esto es desgana.

Si las flamencas fueran con pantalón a la feria, elegirían sin duda algo parecido a lo que lleva Paula. Un cruce entre un vestido de gitana, un traje corto y una manualidad con papel pinocho.

No sabemos quién es esta invitada, pero adoramos de ella dos cosas: una, que haga de Paris el día en que Paris no puede hacer de Paris, con un vestido loquísimo con cola por detrás y refrescor delantero; dos, ir de verde arbolito navideño, dejando entre sus piernas y bajo el faldón el hueco para los regalos y todo.

Puede que en la celebración posboda Paris Hilton quisiera hacer un espectáculo en vivo, a saber; el caso es que se le colaron cuatro fichas de parchís vivientes: la estilista Rachel Zoe (amarilla), la socialité Kyle Richards (verde), la cantante Bebe Rexha (azul) y una invitada no identificada que completa el cuarteto con un glamuroso vestido rojo… y botas de cowboy. Sin comentarios.

No es el único brillor que se vio entre los invitados a la boda de Paris, pero este nos ha traído ganitas de anuncios navideños. Si esta señora (conocida para los invitados, no para nosotros) se animara, podría anunciar cava. Además, ¿no se da un airecico a Carmen Lomana ?

¿A qué nos recuerda una capa metálica? A «al mundo vendrán trece millones de naves de Ganímedes y Raticulín, ¡fiu, fiu!». También tiene su puntito de cantante de Eurovisión de los años 70. Mira que les gustan los brillos a estas personas.

Guapísima y, teniendo en cuenta su tendencia al exceso, que volvió a demostrar en su despedida de soltera, diríamos que hasta comedida. Su vestidazo de Óscar de la Renta es una maravilla, pero la artificiosidad que envuelve a la propia Paris hace que nos resulte un pelín cargante. En fin, ¡enhorabuena a la parejita!