Gonzalo y Paco Talavera: «Cuesta ganarse el respeto de los empleados siendo unos jefes tan jóvenes»
A sus 25 y 31 años, y fruto de su esfuerzo, son los directivos del grupo La Fábrica que cuenta con diez restaurantes en Madrid
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Iniciar sesiónGonzalo y Paco Talavera son dos jóvenes empresarios de 25 y 31 años, a cargo de los restaurantes de moda de Madrid. Siguiendo el legado de sus padres Daniel y Javier Talavera, son directivos del grupo La Fábrica que actualmente ... cuenta con diez restaurantes en Madrid, llevan la hostelería de la plaza de toros de Vistalegre y el Templo Canalla, el food hall de 'Malinche', el nuevo musical de Nacho Cano.
Gonzalo estudió en Estados Unidos el grado en Administración de empresas y Paco cursó Ciencia de la Actividad física y el Deporte, nada que ver con el trabajo que desempeña hoy en día en su puesto como Director Comercial a cargo del marketing y la comunicación de la empresa. Gonzalo continúa por el camino de su tío Javier que pronto se jubilará y le cederá el puesto de Director de Compras de la empresa. «Yo me encargo de buscar y negociar acuerdos ventajosos con proveedores, también de tener el control y el análisis de costes y de gestionar los movimientos de mercancías por los locales», explica.
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Ninguno de los dos soñaba hace tiempo con hacerse cargo de la empresa familiar, así que esto no es una historia de lo bonito que era ver a sus padres trabajar en los bares y restaurantes. Paco comenta que «durante mucho tiempo no lo veía claro hasta que me incorporé a trabajar con ellos y cambió mi percepción por completo, acabé cogiéndole gustillo a este mundillo de la hostelería». Por el contrario, Gonzalo tenía muy claro lo que quería ser: «No me llamaba este mundo, mi sueño era ser futbolista, jugué al fútbol becado en Georgia mientras estudiaba la carrera y en Los Ángeles durante el máster. Empecé a interesarme por la empresa, y gracias a eso y a que mi primo Paco, que es como un hermano, empezó a trabajar, hizo que apostase por el proyecto».
Hace unos años sus padres vendían en sus locales salchichas y cerveza, a día de hoy tienen restaurantes de moda con cartas exquisitas: «En los últimos años ha habido una reconversión de la empresa brutal, también gracias a nuestros socios, Life Gourmet, con los que vamos de la mano en proyectos más novedosos como los restaurantes Torcuato o Raimunda». El mundo de la hostelería es muy sacrificado y no saben lo que es tener un horario fijo como en la oficina: «Este negocio requiere una implicación brutal, trabajamos los fines de semana y estamos por la noche en los restaurantes».
Sacrificio
«Cuesta mucho ganarse el respeto de los empleados siendo unos jefes tan jóvenes con tantas responsabilidades a la espalda». Gonzalo confiesa que es un jefe un poco más duro que Paco aunque está en un momento de transición ya que lleva menos tiempo en la empresa: «Intento liderar con el ejemplo, yo en mi día a día tengo reuniones con gente que es más mayor que yo y es difícil el balance entre ser el jefe y que me tengan respeto, y que por el tema de la edad no puedo ir arrasando por ahí». Paco está en otro punto ya que es unos años mayor que su primo y tiene más experiencia por los años de ventaja que le lleva en el negocio familiar.
Muchos pueden pensar que se lo han dado todo hecho por ser los hijos de los dueños, pero no es el caso. Han empezado desde abajo. «Desde que tengo 17 años empecé en la empresa haciendo los extras en verano para ganar algo de dinero y después he trabajado de camarero, en el office lavando platos, en la cocina y pasado un tiempo fui segundo encargado, y después encargado de un local», dice Paco.
Se consideran muy afortunados de poder trabajar en una empresa con tanta proyección y tener cargas de responsabilidad. Actualmente están volcados en su último proyecto «Creamos un espacio dentro del musical 'Malinche', el Templo Canalla, donde puedes tomar una cerveza y picar algo de comida y tras el espectáculo se convierte en una discoteca donde suenan canciones de Mecano», explican. Y para 2023 ya tienen un deseo común: «Si Dios quiere, tendremos uno de los restaurantes más espectaculares de Madrid».
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