La noche en la que George Clooney volvió a lucir orgulloso sus canas

A principios de la pasada semana, George Clooney se miraba al espejo y se sentía ridículo. Y todo porque tuvo que teñirse el pelo para actuar en un papel de Broadway. El pelo teñido seguía aunque empezaba a confundirse con las canas, creando un incómodo batiburrillo que tanto le disgustaba al archifamoso y admirado intérprete estadounidense.

De tal forma que sus millones de seguidores pasaron la semana absolutamente expectantes por ver cómo se presentaba George Clooney, de 64 años, en la alfombra roja de los populares Premios Tony, una fecha marcada en rojo para los fans del teatro y donde un enorme número de celebridades se citaron en Nueva York para asistir a la gala.

Y lo que ocurrió fue que el actor pisó orgulloso y con garbo la alfombra roja mostrando sus canas. El mismo George Clooney de siempre, con su sonrisa dentífrica más justificada que nunca. Porque allí estaba su pelo plateado, sin vergüenza. Es cierto que por arriba todavía quedaban rastros de tinte, pero quedaban más o menos disimulados observando las sienes blancas del intérprete.

El popular actor se encuentra actualmente en cartelera con su debut en Broadway en la obra 'Buenas noches y buena suerte', que ya gozó de una espléndida vida comercial en su día y donde interpreta al periodista Edward R. Murrow. Y en la víspera de los Tony llegó a asegurar que preferiría raparse la cabeza antes que aparecer en la gala con el look que tenía a comienzos de la semana.

Durante una entrevista en 'Late Night with Seth Meyers', George Clooney flirteó con su peculiar manera sobre la posibilidad de asistir a la ceremonia calvo. «Puede que me afeite la cabeza. Puede que parezca Yul Brynner», comentó entre risas en referencia al recordado actor de 'El Rey y yo'.

Para su papel en Broadway, el interpreté tiñó su característico cabello gris tirando a blanco de un tono castaño oscuro, lo que generó un cambio nada familiar en su físico. Sin embargo, la transición a su apariencia habitual, la que le gusta y con la que se siente cómodo, no estaba siendo nada fácil.

George Clooney explicó a Seth Meyers que tras dejar de teñirse hace dos meses, su cabello se encontraba en un incómodo proceso de «crecimiento desigual». Su vergüenza era tal que acudió al programa de televisión con una gorra de béisbol.

«Es terrible. Todavía está oscuro más arriba, pero ya es gris en las puntas. Es ese bonito efecto de raíces grises en crecimiento... Se ve como si estuviera atravesando una horrible crisis de la mediana edad. Y bueno, tengo 64 años… lo de 'mediana edad' es un poco generoso», explicó con su humor habitual para generar amplias risas entre la audiencia.

Su esposa, Amal Clooney, también dio su opinión, y con un característico humor. «Estará feliz cuando desaparezca», dijo. De hecho, en entrevistas anteriores, el actor ya había confesado que ni su mujer ni sus hijos gemelos, Alexander y Ella, de 7 años, eran precisamente fans del nuevo color de su pelo. «A mi esposa no le va a gustar porque no hay nada que te haga parecer más viejo que cuando un hombre mayor se tiñe el cabello. Mis hijos simplemente no van a parar de reírse de mí», comentó en febrero en una entrevista para el 'New York Times'. Pero ya no debe haber más espacio para las risas, viendo el color del pelo que mostró George Clooney en los Tony.

Más allá de su pelea con el cabello, a George Clooney le sonríe la vida y probablemente el berrinche del tinte le haya compensando al comprobar los reconocimientos que está obteniendo por su obra de Broadway. Y poco a poco su pelo ya está volviendo a su ser.