Gabriela Guillén responde tajante a los problemas fiscales de Bertín Osborne

El presentador y cantante, que atraviesa uno de los momentos más delicados de su trayectoria pública, se suma así a la temida lista negra del fisco mientras prepara su retirada definitiva de los escenarios. Tal y como adelantó la revista '¡Hola!', Bertín dirá adiós a la música con una gira de despedida en 2026, después de haber dejado entrever desde principios de año que su intención era poner fin a su carrera con un último recorrido por algunos de los lugares más emblemáticos donde ha cantado.

Sin embargo, más allá de su retirada, el asunto económico vuelve a centrar la atención sobre el artista, sobre todo después de que su nombre aparezca entre los grandes deudores de Hacienda. Un revés que se suma a su nueva faceta como conde de Donadío de Casasola, título que heredó de su padre el pasado 12 de junio, y a otros compromisos financieros que arrastra: una hipoteca que no vence hasta 2054, valorada en más de seis millones de euros, y la pensión que debe afrontar tras la paternidad de su hijo menor.

Quien no ha tardado en pronunciarse sobre este nuevo frente ha sido Gabriela Guillén, expareja de Bertín Osborne y madre de su hijo más pequeño. La esteticista, que ha tenido que pelear por el reconocimiento y la manutención de su hijo, no se ha sorprendido al conocer la noticia. Al ser preguntada por Europa Press por la inclusión del presentador en la lista de morosos, Guillén se mostró firme: «Cada uno sabe sus deudas o sus cosas. No me sorprende. Si es que ya veníais diciendo cosas así», zanjó ante los micrófonos.

Guillén, que continúa trabajando para sacar adelante a su pequeño, dejó claro que no mantiene conversaciones con Bertín sobre estos asuntos: «No hablo de eso con él así que no te puedo decir más nada», declaró. Eso sí, aprovechó para lanzar un mensaje directo: «Cada uno tiene sus responsabilidades. Tenga o no tenga las deudas, las tiene que cumplir independientemente de lo que él tenga. Yo también tengo mis problemas».

En declaraciones posteriores recogidas por 'EuropaPress', la empresaria reiteró su distancia respecto a los asuntos financieros de su ex. Preguntada por la posibilidad de que sus propios negocios sufran reveses económicos, reaccionó con ironía: «¿Ah, sí? ¿En serio? Pues es que todo el mundo cierra ahora, pero es verano. Yo iba a cerrar también unos días en agosto, pero gracias a Dios, ¿no? O sea, estamos como... creo que la mayoría de los empresarios, ¿no?, que está tocando muy duro».

Mientras tanto, Gabriela prefiere centrarse en su día a día y en su trabajo para mantener a su hijo, asegurando que se encuentra tranquila: «No estoy tirando cohetes, pero estoy trabajando gracias a Dios», insistió.

Así, mientras Bertín Osborne planea una gira de despedida para cerrar una etapa de casi 50 años en la música, sus problemas fiscales y sus obligaciones familiares amenazan con ensombrecer ese adiós. Para Gabriela Guillén, sin embargo, no hay margen para la sorpresa ni para la compasión: «Cada uno tiene sus responsabilidades».