La Familia Real estrena verano en Mallorca con un atardecer en los jardines de Alfabia

Los Reyes y sus hijas disfrutaron de un agradable paseo por senderos empedrados entre fuentes con maravillosos juegos de agua, estanques repletos de nenúfares y una frondosa vegetación casi tropical en la que no faltan palmeras de todo tipo, entre ellas la especie autóctona y protegida de los garballons, los palmitos. A este jardín mágico de herencia hispanoárabe solo había que sumarle la luz de una tarde nublada en la sierra de Tramontana, que dejó unas postales familiares propias de la sesión de fotos veraniega que todos los años protagoniza la Familia Real en un lugar diferente de Mallorca.

La tranquilidad que aportó el rumor del agua acompañó a los Reyes y sus hijas durante todo el paseo y les dirigió también a contemplar un huerto que se remonta a la época de Ben-Abet, en el siglo XIII. Era la época del dominio árabe en España. Por eso este complejo está considerado Bien de Interés Cultural. En sus bancales, con sus respectivas acequias, todavía se cultivan olivos, almendros, limoneros, granados, algarrobos y encinas, entre otros. De ahí precisamente -por ser un terreno fértil, con abundante agua y sol- recibe el nombre de Alfabia, que traducido al árabe quiere decir tinaja.

En un momento del paseo la Infanta Sofia afirmó que «aquí hay muchatranquilidad», mientras que la Reina Letizia dijo que la vegetación «es impresionante». Se asombró, sobre todo, por las encinas centenarias. Corría algo de brisa y el Rey lo comentó: «Por suerte no hace tanto calor como otros años».

Después de empezar el recorrido por el Jardinet de la Reina (Jardincito de la Reina), en recuerdo a Isabel II, que lo visitó en 1859 y llevó a cabo una importante remodelación, Don Felipe y Doña Letizia entraron con sus hijas en la casa histórica de esta quinta, que además del estilo árabe, bebe del gótico, renacentista y barroco. Visitaron las estancias de la planta baja, amuebladas con piezas de diferentes épocas. Saludaron también a los propietarios del complejo, los Zaforteza, una histórica familia de terratenientes mallorquines. Les explicaron, entre otras cosas, que esta finca se puede visitar todos los días del año entre las nueve y media de la mañana y las seis y media de la tarde. La entrada asciende a 8 euros. Cristina Zaforteza, gerente de la finca, fue quien introdujo a su familia y enseñó los jardines a los Reyes y sus hijas.

Esta no era la primera vez que la Familia Real visitaba el municipio de Buñola. En el verano de 2014, después del tradicional posado en el Palacio de Marivent, que fue uno de los últimos, los Reyes y sus hijas se trasladaron a la finca Raixa, que cuenta con un centro de interpretación de la sierra de Tramontana, que el año anterior había sufrido graves incendios. El plan de ayer, sin embargo, sí era el primero que realizaba la familia al completo desde que todos se juntaron en Mallorca el sábado pasado, cuando la Reina Letizia llegó con la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. El Rey comentó al final que lamentaba no haber venido antes. «Tantos años veraneando en Mallorca y desde niño nunca había venido«, exclamó. Advirtió además que lo que hacen los Zaforteza con este complejo »es una muy buena iniciativa para promocionar el interior de la isla«.

Esta actividad, aunque sirvió para proporcionar a los medios de comunicación imágenes del Rey y su familia en sus días de descanso, no estaba en la agenda de actos oficiales que la Casa de S.M. el Rey distribuyó el pasado viernes. Se trataba, por tanto, de un acto privado, del que desde Marivent informaron en el último momento. El Rey evitó contestar a la pregunta sobre cómo ve la situación para formar Gobierno en España.