La familia Campos se une en Málaga para honrar a María Teresa en el primer aniversario de su muerte

Las hijas de María Teresa, Carmen Borrego (57 años) y Terelu Campos (59 años), siempre han mostrado una profunda conexión con su madre, a quien describen como su «vida, dios y referente». Durante el funeral, ambas estuvieron visiblemente emocionadas, recordando a su madre con cariño. «Mi madre es el orgullo de mi vida», confesaba Terelu, mientras que Carmen Borrego reconocía la dificultad de afrontar las fechas importantes sin la presencia de su madre, señalando que «las Navidades han sido muy duras... llegamos lloradas».

La familia se ha enfrentado a un año lleno de emociones desde la partida de María Teresa, superando momentos especialmente difíciles como la primera Navidad sin su presencia. La misa, que tuvo lugar en un entorno de recogimiento y solemnidad, no estuvo exenta de ausencias destacadas. José María Almoguera (34 años), hijo de Carmen Borrego, quien sigue en conflicto con su madre, fue uno de los grandes ausentes. También faltó Carlo Costanzia (31 años), pareja de Alejandra Rubio (24 años), la nieta de la presentadora, quien asistió notablemente sola, lo que ha generado todo tipo de especulaciones sobre la relación entre ambos. Alejandra, quien ya muestra su avanzado embarazo, llegó acompañada únicamente por su prima Carmen Rosa Almoguera.

Por su parte, Carmen y Terelu, conscientes del interés mediático que genera cada una de sus apariciones, no dudaron en atender a la prensa. Carmen, que mostró su interés en retomar pronto su trabajo, expresó su entusiasmo por volver al plató y compartir programa con su sobrina en 'Vamos a ver'. Cuando fue preguntada por su hijo José María, quien no asistió al evento, Borrego se limitó a responder con un «mi hijo bien, gracias», acompañado de un gesto que denotaba cierta incomodidad ante el tema.

Terelu, por su parte, se mostró serena y afirmó sentirse en paz consigo misma. Al hablar de su nueva faceta como abuela, explicó que aún no ha comprado nada para el bebé, ya que prefiere esperar para conocer los deseos de su hija Alejandra respecto al estilo y las necesidades del futuro nieto. «No he comprado nada de momento, tengo cosas en mente, pero será lo que ella diga», confesó.

Sin embargo, la polémica no ha dejado de acompañarlas. Sobre las críticas constantes y rumores en torno a su familia, Terelu aseguró: «Hago mi vida, respetando el trabajo de todo el mundo. No veo ni escucho lo que dicen o inventan. No está en mi mano que alguien se invente algo, y no voy a desmentir nada».

A pesar de la tristeza que aún pesa sobre la familia por la pérdida de la matriarca, la ceremonia en honor a María Teresa Campos fue un momento de unión, con sus seres queridos recordándola con afecto y manteniendo su legado en la memoria colectiva. Las Campos, en medio del dolor, han demostrado una vez más que el vínculo familiar sigue siendo su mayor fortaleza.