La extrema fidelidad de Sarah Ferguson al Príncipe Andrés: «No le dejaré caer nunca»

No es ningún secreto que casi nadie quiere cerca al Príncipe Andrés en Buckingham Palace. Era el favorito de la Reina Madre y durante mucho tiempo se le consideró el 'niño mimado' de la monarquía, pero aquello queda ya muy lejos. Fue perdiendo el fervor progresivamente y el 'caso Epstein' acabó por firmar su sentencia. El nuevo escándalo del espía chino le ha vuelto a poner en el ojo del huracán.

Hace tiempo que Carlos III no quiere cerca a su hermano. Le ha quitado sus privilegios reales y también su asignación. Incluso ha intentado echarle de la residencia real, de momento sin éxito. Sin embargo, Andrés no está solo. Le queda Sarah Ferguson, de quien se divorció en 1996, si bien ambos siguen viviendo bajo el techo de la monarquía.

«No voy a dejarle caer nunca», declaró la duquesa de York en una entrevista concedida a 'The Sunday Times'. «Él me apoya tanto como yo le apoyo a él. Me ha apoyado en las buenas y en las malas, no solo en el matrimonio o el divorcio. Es el mejor, un gran hombre con un gran corazón y muy amable», ha asegurado.

Sarah Ferguson ha confesado que estaba «total y absolutamente enamorada de Andrés» cuando se casó con Andrés aquel 23 de julio de 1986 en una fastuosa ceremonia celebrada en la abadía de Westminster, en Londres. «Fue el mejor día de mi vida, a pesar de que perdí mi anonimato», ha destacado.

Ese día comenzó una nueva vida, con sus pros y sus contras. Y reconoce que tuvo que acostumbrarse a vivir bajo una gran presión. «Pude hacerlo porque el amor lo puede todo. Todavía está con nosotros hoy», ha indicado. No solo siguen siendo amigos, sino que viven juntos en Royal Lodge.

Aquella fue -o sigue siendo- una historia de amor singular. El primer encuentro de Sarah Ferguson con el Príncipe Andrés ocurrió cuando ella apenas tenía 12 años. «Mi primer pensamiento fue que me iba a casar con él», ha admitido. Sus vidas se unirían en 1985, cuando la princesa Diana la invitó a las carreras de caballos de Ascot, donde coincidiría con el príncipe. «Y seis meses después nos comprometimos», ha recordado.

«Todo el mundo me amaba», ha insistido quien fuera amiga de Lady Di desde los 14 años. «Creo que lo que hice mal fue perderme, probablemente tratando de ser como Diana», ha reconocido antes de referirse en términos elogiosos a los actuales monarcas.

«Conozco al rey desde siempre y lo adoro. Es amable y me hace reír, y me encanta que todavía me llame Fergie», ha relatado. Y sobre la Reina Camila ha comentado: «Era amiga íntima de mamá, por eso somos tan cercanas ahora. Admiro el extraordinario apoyo que está dando a este país. Quiero hacer todo lo posible por la reina. Ojalá me pidiera que hiciera más».

En los últimos años, Sarah Ferguson ha luchado contra el cáncer de mama y el cáncer de piel. Ahora pasa sus días cuidando a sus nietos: Sienna, de 3 años, August, también de 3, y Ernest, de 1. «Sé que estoy bien porque Beatriz, Eugenia y mi hermana me aman». ¿Y Andrés? «Creo que Andrés también. Espero que así sea».

Por delante tiene la cena de Navidad junto a la familia real. Ella fue incluida en la lista de invitados por primera vez en tres décadas. En cambio, el Príncipe Andrés fue excluido a última hora tras el escándalo del espía chino.