Del embarazo de Cristina Pedroche al tortazo de Will Smith: las 12 noticias 'rosa' del año

2. La ruptura entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa

El periodista Martín Bianchi ha recuperado un fragmento de 'Los vientos', cuento con tintes autobiográficos publicado por Vargas Llosa en 2020, que puede leerse como amargo relato de su relación con Isabel Preysler: «Nunca la quise. Fue una enamoramiento violento y pasajero, una de esas locuras que revientan una vida. Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí.» De ser así, no fueron los celos lo que acabaron con ocho años de 'enamoramiento' entre la 'socialité' y el laureado escritor, sino una falsa pasión transitoria. Sea como fuere, la pareja era la joya de la corona de cualquier evento en el que 'la reina de corazones' imponía su elegancia y el Nobel daba pátina de intelectualidad.

3. El juicio de los horrores

¡La cantidad de trapos sucios que Johnny Depp y Amber Heard lavaron en público y ante el juez! Que si ella le puso excrementos en la cama, que si él dejó mensajes en la pared escritos con sangre. Un no parar de acusaciones, que iban desde una violación en plena luna de miel hasta los brutales insultos inspirados por las drogas y el alcohol. Y la lista de los testigos parecía el reparto de una superproducción: Kate Moss, Paul Bettany, Elon Musk, Ellen Barkin… El juicio por difamación, que ganó el actor, se convirtió en un circo que arrasó en audiencias, superando en espectadores al de O.J. Simpson.

4. El ictus de Kiko Rivera

El DJ se puso muy malito y acudió a Urgencias. Menos mal, porque un ictus requiere reacción o deja secuelas. Y bastantes tiene ya Kiko con las de ser hijo de Paquirri e Isabel Pantoja. Aunque al parecer, es posible que sufra una parálisis facial. No queremos frivolizar con un tema de salud, pero reconozcamos que, en ese peculiar clan en el que uno no sabe de dónde vienen los puñales, a veces viene bien poner cara de póquer. Como era de esperar, follones familiares por ir a verle, por no ir a verle, por todo, oigan. Pero Kiko se ha recuperado y ha vuelto al trabajo. Sea cual sea ése.

5. La bofetada de Will Smith a Chris Rock

Chris Rock hizo un chiste sobre la calva de Jada Pinckett y Will Smith, su marido, se levantó, subió al escenario y le arreó un guantazo al presentador. La secuencia fue tan rápida y desconcertante que muchos pensaron que formaba parte del guión de la gala de los Oscar. Pero no, solo era la violenta y machista reacción del actor, que dejó Hollywood para buscar en la India respuestas a lo que le estaba sucediendo. Tras un largo viaje interior, regresó para pedir disculpas y encontrarse con una industria que se resiste a concederle el perdón.

6. La cena de empresa de Alba Carrillo

Hasta ahora, cuando nos invitaban a una cena de empresa se nos abrían las carnes pensando en el tostón que nos esperaba en una interminable noche de batallitas laborales. Gracias a Alba Carrillo hemos cambiado nuestro concepto y, para el año próximo, todos fantasearemos con el posible ligoteo con el compañero de la mesa de enfrente, claro que no será Jorge Pérez con esas ajustadas prendas que marcan los músculos del ex guardia civil, y cuya esposa fue descubriendo, vídeo a vídeo, toda la escenita. Claro que falta lo mejor, la tensión sexual por fin resuelta en casa de Marta López. Las cenas de empresa tienen nuevos alicientes.

7. Las 'pilladas' con móvil a Íñigo Onieva

Los móviles los carga el demonio, parece mentira que algunos no lo sepan a estas alturas de la película. Pero, vamos a ver, alma de cántaro, ¿cómo se te ocurre anunciar tu boda con Tamara Falcó, una diva del corazoneo, y ponerte a besar a modelos a diestro y siniestro en un festival de música donde todo el mundo vive para sus 'stories' grabando las 24/7? Tras una pillada monumental, un contundente desmentido. Con el siguiente vídeo desmontando su imagen de buen novio, un silencio sepulcral antes de ver cómo se suspende la boda por los siglos de los siglos.

8. Un funeral al estilo de los Hermanos Marx

Todo lo que tocan los Pantoja se convierte en culebrón. Y de los chungos. Incluso el funeral de Bernardo Pantoja, padre de Anabel, en el que no faltaron peleas entre la viuda y la hija, supuestas agresiones, desmayos en directo, vetos a familiares para acudir al sepelio… Por no faltar, no faltó que se olvidaran de llamar a Junco, la esposa que había bajado un momento a la cafetería, para avisarle de que su marido había fallecido. Se encontró con la cama vacía cuando subió a la habitación. Hay familias que se pelean por la herencia, aquí empezaron mucho antes, al repartirse las cenizas del finado.

9. La fobia del rey Carlos III a las estilográficas

Si la reina Isabel II fue una maestra del protocolo, a su hijo Carlos III le han bastando unas horas para demostrar su mal carácter y su escaso control de la ira con las plumas estilográficas. Cada vez que le tocaba enfrentarse a un documento oficial y se le salía un chorro de tinta, un drama, con cabreo monumental y gestos displicentes con el servicio, mientras Camilla intentaba calmarle para no pasar a la posteridad como el rey que perdía los papeles cuando tenía que firmar uno.

10. Lo que pasa en Las Vegas no se queda en Las Vegas

Georgina Rodríguez empezó el año de la peor forma posible, con la pérdida de uno de sus bebés, pero lo ha cerrado feliz, regalando un Rolls Roy de más de 300.000 euros a Cristiano Ronaldo. Entre medias, su viaje a Las Vegas para los Grammy Latino nos dejaron mil curiosidades: casi le da una crisis de ansiedad por viajar en turista, se le rompió una uña, intentó colar a sus guardaespaldas en la alfombra roja, se tuvo que cambiar en un baño… Un no parar de tragedias.

11. Sobrevivir a la luna de miel

Ben Affleck y JLo se casaron, fueron felices, comieron perdices y, desde entonces, el actor se va durmiendo por las esquinas, agotado, siendo pasto de los 'memes'. El matrimonio tiene una cláusula que exige un estricto rendimiento sexual al marido, que a este paso va a dejar una viuda más pronto que tarde.

12. Quedar como amigos

Eva González y Cayetano Rivera se separaron y fueron muy, muy discretos. Hasta que se reencontraron en la fiesta navideña de su hijo. Chico, qué felicidad, qué de risas y abrazos: ¿postureo ante los paparazzis o buen rollito natural? Pues mejor quedar como amigos que amargarse la vida.