Elisa Mouliaá cuenta el «infierno» que ha vivido por la presunta agresión sexual de Errejón: «Llevo dos años medicada»

Después de relatar el «cruel» encuentro que vivió con el político, en el que él llegó a imponerle una serie de normas para mantener el contacto con ella durante aquella noche en la que no descarta que Íñigo Errejón «pudiera echarme algo en la copa», la actriz ha reconocido sentirse humillada y confundida en los momentos posteriores a la presunta agresión. «Yo empecé a ser consciente porque luego lo hablé con mi terapeuta, se lo relaté y yo no estaba preparada para tomar ninguna decisión. Estaba con depresión, lo pasé muy mal. Intentas salir adelante, poco a poco lo vas integrando y dices 'esto es inadmisible', y cuando te enteras de que hay más mujeres sacas fuerzas y das el paso», se sinceró Mouliaá.

En un principio, la intérprete se sintió verdaderamente incómoda en su encuentro sexual sin consentimiento con el político y, cuando fue preguntada horas más tarde por una de sus amigas sobre cómo había ido la noche, ella le confesó sin dudar lo que había pasado. «Le digo que estaba en casa con mi hija, que habíamos ido a su casa pero me volvió a entrar a saco, me sentí invadida y me largué. Está la prueba. Luego hablé con mi grupo de amigas, lo conté con shock y nadie daba crédito. Darte cuenta de que es una agresión sexual no es tan fácil», reconoció.

A pesar de que posteriormente Elisa intercambiara algún mensaje con Errejón, en el programa quiso dejar claro que lo hizo porque aunque su cuerpo estaba en estado de shock, su cabeza tardó más tiempo en procesar lo que había pasado. «Creo que esto le pasa a cualquier persona abusada, hay contradicción, hay fuerzas internas que se oponen», dice quien no esconde que buscó ayuda profesional e inició un tratamiento psiquiátrico. En su primera declaración pública, la intérprete aseguraba no querer ir de «víctima» porque no se sentía afectada, pero la realidad era completamente distinta.

«Yo quería dar una imagen de fortaleza para que las demás víctimas denunciaran, porque al final tiras para adelante. Pero una cosa es la imagen que quiera dar y otra el infierno que he vivido y cómo me ha afectado en todos los aspectos. Llevo dos años medicada, he subido de peso. Ninguna mujer debería sentirse así jamás y ningún hombre debería hacer uso de su poder para degradar, humillar y tener a la persona manipulada y callada», ha defendido. Tal y como ha asegurado, con la entrevista no quiere sacar ningún tipo de beneficio salvo ayudar a las demás víctimas, por quien donará el dinero que ha cobrado por sentarse en el programa. Para Errejón, su denuncia respondió a un interés de querer subirse «a la ola», pero como ha aclarado la actriz, no tiene ninguna razón por la que querer aprovecharse.