Doña Sofía pasa el fin de semana en Atenas en compañía de su hermana, la Princesa Irene

A pesar de que las visitas de Doña Sofía a Grecia eran constantes, tras la muerte de su hermano y confidente Constantino en enero de 2023, la reina consorte no había vuelto a su país de origen hasta el pasado mes de enero para acudir a la misa funeral en la iglesia de la Santa Resurrección y a un trisagio en el cementerio real ubicado en la Finca de Tatoi. Tras la ceremonia, los familiares del difunto compartieron la tradicional comida de conmemoración al fallecido en un conocido restaurante del barrio de Kifisiá, uno de las zonas residenciales más elegantes de la capital y donde Doña Sofía atendió amablemente a la prensa.

El entierro del Constantino supuso el esperado reencuentro de la familia real española, con excepción de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, imagen que no acontecía desde hace tres años cuando la familia del Rey -en toda su extensión- se congregó en el funeral de la Infanta Pilar en San Lorenzo de El Escorial.

La pérdida de su hermano, con el que estaba muy unido, supuso un duro golpe para Doña Sofía. Sin embargo, estos dos último viajes a Atenas podrían indicar que la reina consorte seguirá visitando con asiduidad su país natal, donde pasó los años de su infancia y juventud.

Según los medios locales, cada vez hay más rumores que apuntan a que Doña Sofía estaría pensando fijar su residencia permanente en Grecia, donde nació hace 85 años. Las mismas fuentes afirman que en múltiples ocasiones Doña Sofía ha declarado su deseo de pasar los últimos años de su vida en su país de origen, y que sus cenizas sean esparcidas por el Egeo, mientras que su hermana querría ser enterrada en el campo santo donde descansan los restos mortales de sus padres, los reyes Pablo I y Federica de Hannover y su hermano, Constantino.