Sean 'Diddy' Combs: una nueva demanda por agresión sexual revive las sospechas sobre el asesinato de Tupac

Parham asegura que en marzo de 2018, después de insinuar que Diddy podría haber estado involucrado en la muerte de Tupac, fue víctima de una brutal agresión sexual. Según su relato, la situación se tornó aterradora luego de una llamada por FaceTime entre ella, un amigo en común, y Combs. Durante la conversación, el magnate de la música habría reaccionado con furia a los comentarios sobre el fallecido rapero, amenazando a Parham y a su familia con terribles represalias.

Lo que comenzó como una salida social con un conocido en un bar en California, terminó en una serie de eventos que Parham describe como una pesadilla. Tras la llamada con Combs, ella fue llevada a una casa donde fue sometida a agresiones físicas y sexuales. El relato de la demandante describe un ambiente de amenaza constante, con la presencia de guardaespaldas y otros hombres que participaron en el ataque.

Parham también menciona en su demanda a Kristina Khorram, quien trabajaba como jefa de personal de Diddy en ese momento. Según su testimonio, Khorram no solo presenció parte del ataque, sino que incluso amenazó a la víctima con «hacerla desaparecer» si intentaba hablar sobre lo ocurrido. La gravedad de estas acusaciones no solo pone en entredicho la imagen pública de Diddy, sino que también refleja un oscuro entramado de abuso de poder y complicidad dentro de su círculo cercano.

El asesinato de Tupac Shakur, ocurrido en 1996, sigue siendo uno de los casos sin resolver más enigmáticos del mundo del entretenimiento. Aunque nunca se han presentado cargos formales contra Combs en relación con el asesinato del rapero, los rumores sobre su posible implicación han circulado durante años. Esta nueva demanda no hace más que avivar esas especulaciones, llevando el caso nuevamente a la atención pública.

Parham sostiene que su vida ha estado en peligro desde el día de la agresión y que tanto ella como su familia han sido objeto de amenazas para mantener su silencio. En su demanda, además de pedir justicia por los crímenes cometidos, exige una compensación de $50 millones por los daños sufridos.

El equipo legal de Combs ha negado rotundamente las acusaciones, calificándolas de «falsas» y parte de una campaña para manchar la reputación del productor. Sin embargo, esta demanda es solo una más en la creciente lista de alegaciones contra él, relacionadas con casos de agresión sexual y abuso de poder. En el pasado, Combs ha enfrentado varias denuncias similares, pero ninguna había involucrado una conexión directa con el asesinato de Tupac.

La industria musical, sacudida en los últimos años por múltiples escándalos de este tipo, se encuentra nuevamente bajo escrutinio, mientras el caso avanza en los tribunales de California. Las preguntas sobre el poder y el encubrimiento dentro de esta industria no han hecho más que crecer, y las consecuencias para Sean Combs, si se prueban las acusaciones, podrían ser devastadoras tanto en el plano personal como profesional.