Sean 'Diddy' Combs cambia la estrategia de su defensa y solicita la desestimación de un cargo por racismo

Si bien en las últimas semanas se han ido cerrando algunos frentes abiertos, como la demanda civil presentada por una identidad anónima que acusaba a Jay-Z y Sean Combs de violación remontándose años atrás. A pesar de la atención mediática que presentaba esta denuncia por sumar al caso a otro popular artista, la denunciante ha decidido desestimar su denuncia «con perjuicio», según los documentos judiciales presentados en el tribunal de Manhattan, y no podrá volver a tratar de buscar Justicia con su caso. Pero aunque inesperadamente este giro puede haber sido considerable de cara a su juicio, Combs ya se encarga personalmente de, al menos, enfrentarse a menos cargos.

Si el músico y empresario ya interpuso una demanda contra la cadena de televisión estadounidense NBC y Peacock exigiendo casi 100 millones de euros tras alegar difamación en el documental de la plataforma sobre su vida privada, pues según él proyecto parte de la premisa de que «ha cometido numerosos delitos atroces, como asesinatos en serie, violaciones de menores y tráfico sexual, e intenta psicologizarlo burdamente», ahora su equipo legal se ha dirigido de nuevo al juez para manifestarle una petición.

Tal y como publica la Agencia EFE, el equipo legal del rapero ha solicitado que se desestime el cargo de transporte con fines de prostitución argumentando que la ley con la que se le imputa ha sido durante la historia usada para «perseguir a hombres negros». Así, Combs habría encontrado razones racistas contra la Ley de Tráfico de Esclavas Blancas y lo ha expresado a la Justicia: «El Sr. Combs ha sido señalado porque es un hombre negro poderoso y está siendo procesado por una conducta que habitualmente queda impune», dice el documento presentado ante el tribunal y que comparte la revista 'People'.

«Este es un caso sin precedentes en muchos sentidos, pero quizá lo más notable y preocupante es que ninguna persona blanca ha sido objeto de una acusación ni remotamente similar», sostiene la defensa que asegura que la acusación contra Combs es «selectiva». «La ley Mann tiene una larga y preocupante historia de origen racista y se ha utilizado para perseguir a los hombres negros y, supuestamente, proteger de ellos a las mujeres blancas. El uso de trabajadores sexuales, hombres o mujeres, es común y ampliamente aceptado en la cultura estadounidense actual», señalaron.

A su defensa también agregaron una acusación contra el Gobierno de filtrar «material perjudicial a la prensa» y de allanar su casa a la fuerza, lo que consideran una conducta de «mala fe y animadversión racial». Por el momento, la Fiscalía sigue el mismo proceso legal sin cambios, pues no es la primera vez que el rapero se muestra en contra de las autoridades en su caso, anteriormente ya denunció presuntas violaciones a sus derechos cuando fue detenido y encarcelado en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn.