Las deudas ahogan a la familia de José Antonio Reyes, a punto de ser desahuciada

El informe definitivo de la Guardia Civil informó de que el jugador circulaba, como mínimo, a 187 km/h cuando sufrió el reventón de una la rueda trasera izquierda que provocó que el Mercedes S 550 que conducía se saliese de forma violenta de la calzada provocando su muerte y la de su primo, Juan Manuel Calderón. El tercer ocupante del vehículo logró salvar su vida aunque permaneció dos meses en la UCI con quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo.

Cuatro años después de su fallecimiento, la herencia del futbolista está trayendo un auténtico dolor de cabeza para sus familiares pues no hizo testamento antes de morir. Al parecer, tras su muerte, el deportista dejó 18 propiedades hipotecadas, unos pagos a los que ningún miembro de su familia ha podido hacer frente, tal y como aseguraron ayer en el programa de televisión 'Y ahora Sonsoles', en el que informaron también de que la familia está a punto de ser desahuciada. «Están muy preocupados tratando de averiguar qué va a pasar con ellos y en contacto permanente con los abogados. Dicen que no saben nada ni en qué momento los van a echar de aquí», explicó la redactora del espacio televisivo.

A día de hoy, la deuda pendiente asciende a unos 430.000 euros. Una situación que ha provocado que la justicia ordenase sacar a subasta todos los inmuebles hasta el próximo 26 de junio. El primero en salir a la venta será la vivienda familiar en la que José Antonio Reyes tenía en su ciudad natal y en la que vivía junto a su mujer Noelia y sus tres hijos -Noelia y Triana, de 10 y 5 años, y José Antonio, de 15, nacido de una relación anterior con Ana López-. Mientras que otros de los inmuebles que el futbolista poseía han sido embargados, entre los que se encuentran un adosado de 238 metros cuadrados y un piso en Utrera, un chalet de lujo en Madrid, un apartamento en Cádiz y siete locales en Sevilla. Un conjunto de propiedades que en total sumarían casi 6 millones de euros.