Desvelado el motivo por el que Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez no tienen colegio para sus hijos en Portugal

Cuando Ronaldo adquirió en el 2020 un terreno de 8 millones de euros, no se conocieron las razones de la compra hasta que comenzó a levantar poco a poco la que puede convertirse en la casa más cara de Portugal contando con 900 metros cuadrados de vivienda, en la que desarrollar con todas las comodidades una vida estable y alejada de su carrera deportiva en el futuro. Aunque no se espera su finalización hasta 2025, año en el que su valor alcanzará 20 millones de euros, ya se conoce que tendrá una piscina con fondo transparente, una sala de masajes, un cine o un garaje para guardar la colección de coches que, tal y como se reveló en los últimos días, ya habría trasladado el futbolista a la vivienda.

Él no se ha pronunciado al respecto del futuro en Lisboa que desea tener, pero fueron varios los pasos importantes que dio y que significan que la vida en Cascáis es una idea firme y con la que Georgina también está de acuerdo. Según informaba 'Look', Cristiano Ronaldo aceleró la construcción de la casa para que estuviese lista cuanto antes y mientras prosiguió con otros preparativos. En 2022, la pareja emprendió la búsqueda del colegio perfecto para sus hijos en Portugal y visitaron la que sería su opción ideal, el elitista colegio St. Julian's College cuyas instalaciones y ofertas convencieron a Ronaldo y a Rodríguez para inscribir a sus hijos en el futuro. Lo que no esperaban es que sus planes han terminado complicándose y los niños finalmente no estarían matriculados en la institución.

Según ha podido saber 'Look', el motivo de peso que ha impedido la matriculación de los hijos del futbolista y la modelo no habría dependido de ellos sino que habría sido una drástica decisión de la dirección del propio colegio tomada en base a experiencias anteriores. St. Julian's College, ubicado entre Cascáis y Lisboa, es conocido por ser uno de los colegios a los que asisten los hijos de las familias más adineradas, puesto que inscribirlos cuesta entre 11.000 y 22.000 euros al año. Esta cuota dota al colegio de un estatus elitista y muy restringido adquirido también por la figura de los padres de los niños, grandes empresarios, políticos o diplomáticos. Para el deseo de Cristiano y Georgina de darles a sus hijos la mejor educación internacional, el colegio era la opción perfecta, pero este se lo ha impedido.

Tal y como ha desvelado el programa de la televisión portuguesa 'V+FAMA', «la no inscripción de los hijos de Ronaldo en el St. Julian's se debe en parte a los obstáculos que han puesto algunos padres del centro. La información a la que hemos tenido acceso nos dice que muchos de estos padres, también ellos poderosos, pusieron en jaque al centro preguntando si podrían garantizar la seguridad y privacidad de sus hijos teniendo prensa todos los días en la puerta del colegio si en el mismo estudiaban los hijos de dos personas tan famosas», aseguraban en el programa. Se desconoce si este motivo es el que más ha influido en la decisión de la pareja de no matricular finalmente a sus hijos en el colegio o si existe otra razón de peso.

Lo cierto es que no es la primera vez que un grupo de padres del colegio pone límites a los alumnos que asisten por el mismo motivo. Cuando en el año 2017 Madonna inscribió a su hijo David Banda en el centro, inmediatamente la prensa acudió cada día a la puerta del colegio para poder fotografiar a la cantante. Algunos padres mostraron su preocupación por el riesgo que corría la privacidad de los hijos con la presencia de tantas cámaras y las consecuencias que eso traería para el colegio, por lo que pidieron la expulsión del hijo de Madonna. Esta, cuando vio que los periodistas se cansaron de perseguir un imposible y dejaron de ir a hacer fotografías al colegio, no se achantó con la petición y siguió llevando a su hijo al mismo colegio. Así, viendo que la tranquilidad de la que goza el colegio podía volver a verse alterada por la presencia de los hijos de Ronaldo y Georgina, el grupo de padres se habría opuesto a su presencia en el centro.

Por otro lado, los padres del colegio no son los únicos enfadados con la pareja. Hace un año, los vecinos de la lujosa mansión en obras de Ronaldo y Georgina protestaron públicamente por la cantidad de inconvenientes que estaba generando el capricho de la pareja, que en ningún momento veló por el bienestar de los habitantes de la zona. Con camiones que entraban y salían continuamente del terreno, la vida en Cascáis se hizo complicada. «Llevamos tres años de obras. La casa es tan grande que parece un hospital. Le queda aún al menos un año de obras. Estamos hartos. Mi calle lleva cortada meses, mi jardín lleno de polvo. Todo por culpa de la 'pirámide' del faraón Ronaldo«, expresó en una ocasión un vecino. Cuando Cristiano cumpla 40 años, edad con la que dijo que se retiraría del deporte, se verá cuál es el trato que mantendrá con sus vecinos una vez instalado en su nueva mansión.