David Bustamante: «Me gustaría pasar unas Navidades en San Petersburgo por mi chica»

Dice 'Busta' que en estas fiestas nunca le falta «el buen vino» ni «la buena comida», cocinada por él mismo y su hermano. «Mi madre es una cocinera increíble, pero en esta ocasión nos gusta que disfrute porque lleva muchos años pegándose unas palizas tremendas preparando el menú, ¡yo recuerdo verla pringando el día entero cuando éramos pequeños! Mi hermano siempre ha sido un cocinillas y yo en Master Chef aprendí un montón, así que en Nochebuena cenamos con un nivel casi casi de Estrella Michelín (risas). De todas maneras, cocinar es una decisión inteligente, porque los que cocinan no recogen ni limpian, y pueden relajarse con el chupito de la sobremesa (risas)».

En la casa de los Bustamante llevan varios años repitiendo un «plato estrella» que toda la familia espera que prepare David: las carrilleras al gochujang. «A todos en mi familia nos encanta el picante, y el gochujang es una pasta de chiles coreanos que se podría describir como umami. La receta tiene muchísima elaboración, muchísimos ingredientes, y es entre dulce, picante, cítrico, las carrilleras se deshacen…¡me está entrando hambre! (risas)».

Y por supuesto, otro ritual que les gusta hacer en familia es el de decorar la casa con motivos navideños, «pero sin pasarse», ríe el cantante. «Tampoco nos ponemos en plan yankilandia con luces por todas partes, ¿sabes lo que te quiero decir? Pero sí ponemos el arbolito y demás para que lo disfruten los niños. Tengo un sobrino de tres años y otro de siete meses, y la magia de la Navidad fluye más cuando hay peques por la casa, con ilusión por ver cómo llegan los Reyes Magos. Porque mi hija, que tiene dieciséis años, ya me pide pasta directamente. Ya sabe quién es Papá Noel, y por eso pide cada vez más (risas). Se enteró hace años por culpa del típico bocazas en el colegio (risas). Pero yo sigo viéndola como un bebé».

En cuanto a regalos, la familia de David intenta combinar los ansiados productos de electrónica con cosas más cercanas y artesanales, y para él, su presente favorito es «ver a mi familia disfrutando de la fiesta que les he preparado, y que tengamos todos salud y alegría». De hecho, se considera a sí mismo un tipo «difícil de regalar» porque «como nunca pido nada, todos los años pasa lo mismo: nadie sabe qué comprarme».

Aunque es de lo más casero, si Bustamente tuviera que pasar una Navidad en algún lugar lejano, elegiría alguna ciudad de Asia. « Ir a Nueva York en las fiestas ya lo he hecho, también he estado en Viena, con su mercado de Navidad. También me encantaría pasarlas en San Petersburgo, por mi chica, que es rusa. Lo que llaman Las Noches Blancas de San Petersburgo tienen que ser una cosa increíble. Y en España, si las próximas no las paso en mi casa de Madrid, lo que más me gustaría es pasarlas en mi pueblo, San Vicente de la Barquera, para ver a mis primos, a mi gente y a mis amigos de toda la vida».