Daniel Sancho rompe su silencio desde la cárcel de Tailandia: «Me van a absolver»

En su defensa, el chef se declaró no culpabley confesó que quería poner fin a la relación de más de un año que tenía con el cirujano plástico, pero este se negaba. «Era un rehén de Edwin, me tenía en una jaula de cristal, me hizo romper con mi novia, destruir la relación, y me sentía desesperado», declaró durante los primeros días de investigación. Incluso, llegó a subir a sus redes unas imágenes después del asesinato de Edwin Arrieta que fueron claves en juicio.

En una entrevista concedida desde la cárcel de Tailandia, Daniel asegura en exclusiva a EFE de cara al juicio estar «convencido de que me van a absolver porque se va a demostrar que fue en defensa propia», afirmó Sancho desde la isla tailandesa de Samui. Además del cargo de asesinato premeditado, del que se ha declarado no culpable, Sancho, de 29 años, está acusado de la ocultación del cuerpo tras el descuartizamiento, delito este que sí ha admitido y que podría conllevar hasta un año de cárcel.

A finales de octubre, la Fiscalía de Samui, aseguraba en un informe que el crimen se cometió con premeditación, tanto el asesinato como el del posterior descuartizamiento. «Daniel Sancho mató a Edwin Arrieta intencionadamente con premeditación y enterró, ocultó, trasladó y destruyó el cadáver», se podía leer en el escrito. No obstante, la defensa del joven español niega que hubiera premeditación. Un contrainforme presentado por el despacho Criminológico Jurídico Balfagón y Chippirrás sostienen que el cuchillo, la sierra y las bolsas de basura que compró Daniel Sancho habrían sido para usarlos en su trabajo como chef.

«Fue una pelea que yo no empecé y que tuvo un desenlace fatal que yo nunca habría querido»

Daniel Sancho

Según sus palabras, Daniel se encuentra «bien de ánimo» y con ganas de que comience el juicio. «(Me siento) con ganas de afrontarlo, de que por fin se me escuche y poder aclarar las distorsiones, los malentendidos y todas las mentiras que se han dicho», dijo el acusado a EFE. «Mi objetivo en el juicio es demostrar que fue en defensa propia. Voy a demostrar lo que realmente pasó», reiteró el acusado.

Sancho sostiene que la muerte de Arrieta, que se produjo el 2 de agosto en un bungaló alquilado por él mismo en la vecina isla de Phangan, se debió a una pelea durante la cual el colombiano se golpeó la cabeza. «Fue una pelea que yo no empecé y que tuvo un desenlace fatal que yo nunca habría querido», argumenta el español.