El cura aconsejó a Juan Ortega, el novio a la fuga, que no se casase
El torero dejó plantada en el altar a su novia una hora y media antes de darse el 'sí, quiero'
El torero Juan Ortega rompe su silencio sobre su plantón a Carmen Otte en su boda
El torero Juan Ortega suspende su boda en Jerez de la Frontera media hora antes del enlace
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEl plantón de Juan Ortega (33 años) a su novia, Carmen Otte Alba (33 años), poco antes de la boda no se olvidará fácilmente. El enlace estaba previsto para el pasado sábado 2 de diciembre. Todo estaba listo, los 500 asistentes esperabana en la ... Iglesia de Santiago, situada en Jerez de la Frontera, pero el novio nunca llegó. El banquete, que había costado en torno a 70.000€, tampoco se disfrutó y la novia, que había elegido el vestido de novia perfecto para su enlace, tampoco lo lució, quedando destrozada. Un sueño que se esfumó en apenas unos minutos.
Todos los allí presentes se quedaron de piedra el escuchar al padre de la novia cancelando la boda. Lo sorprendente es que, apenas 24 horas antes, sí celebraron la fiesta preboda con algunos de sus invitados. Pero, ¿qué ocurrió en esas horas posteriores a la fiesta?.
Como contaba Pilar Vidal en 'Y Ahora Sonsoles': «Juan Ortega es un hombre tremendamente religioso, formal y serio». Las dudas, por unir su vida a la de Carmen para siempre, le hicieron retroceder en el último momento. Unas dudas que el torero manifestó a su novia hace una semana y media, pero sus familiares y, la propia Carmen, trataron de disipar asegurando que eran «los nervios típicos de la boda».
La pareja llevaba de relación diez años y tres viviendo juntos, tiempo más que suficiente para darse cuenta de si están hechos el uno para el otro. En los últimos meses, el torero, que también tiene la carrera de ingeniero, ha estado muy ocupado trabajando, viajando y alejado de su novia, momento en el que ha podido reflexionar sobre su decisión.
Tres llamadas
Una hora y media antes de su llegada al altar, el torero realizó tres llamadas decisivas: En la primera llamó al cura, un amigo suyo de Barcelona que se había desplazado hasta allí. Habló con él para explicarle sus dudas y contarle su intención de cancelar la boda. El cura le aconsejó que no se casase. La segunda llamada fue a su prometida, del mismo modo que en la primera llamada, avisó a Carmen de su intención de no seguir adelante con el enlace, la joven no daba crédito. Por último avisó a sus padres.
La decisión estaba tomada y tras hacer las llamadas pertinentes, cogió su coche y se marchó a Sevilla. Según nos cuentan, en ningún caso hay terceras personas, ni por parte de él, ni por parte de ella. Los allegados, aún en shock con lo ocurrido, no tienen claro que va a pasar con ellos ahora.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete