Los Costanzia, en el banquillo: arranca el escabroso juicio al padre y los hermanos de Carlo

Los hechos ocurrieron a finales de 2023 y fueron narrados por la prensa italiana con todo lujo de detalles como si de una película de Tarantino se tratara. Según la Fiscalía, un desafortunado muchacho regresaba a casa con su novia cuando fue atacado por dos jóvenes que iban en moto. Rocco conducía y Pietro portaba un arma, siempre según la acusación. Este último se habría bajado con un machete en las manos y le habría asestado un tajo en una pierna antes de huir con su hermano.

Al chico le salvaron la vida, pero tuvieron que amputarle una pierna. Poco después, Pietro fue detenido en un hotel de Turín y posteriormente también encontraron a su hermano. Los dos fueron trasladados a prisión. Y más: posteriormente se conoció la imputación de Carlo Costanzia padre por presunta falsificación documental y encubrimiento.

Tras varios meses de diligencias, llevadas a cabo por los fiscales Mario Bendoni y Davide Pretti, ahora es el momento de que la familia Costanzia dirima responsabilidades y se defiendan de tan graves acusaciones. Pietro y Rocco se enfrentan a una acusación por homicidio en grado de tentativa y con premeditación, además de tráfico de drogas.

La declaración permitirá a los hijos de Mar Flores abandonar por unas horas la cárcel Circondariale di Biella, donde llevan reclusos desde hace casi un año. Otros dos amigos figuran entre los investigados por presunta complicidad. Uno de ellos habría realizado una emboscada a la víctima mientras que el otros habría facilitado la huida.

Entre los acusados también se encuentra una exnovia española de Pietro, la modelo española Zahara Bao Rider, quien visitaba al muchacho a la cárcel. Está acusada de haber entregado 2.000 euros a la hija de otro preso para poder conseguir un teléfono móvil para Pietro y Rocco. El padre de los Costanzia habría colaborado con la ex de su hijo para supuestamente crear un contrato de alquiler falso de un piso en Madrid para que la chica figurase como residente habitual con Pietro y pudiera visitarlo en la cárcel.

Lo curioso, porque a este caso no le falta de nada, es que Zahara Bao Rider llegó a denunciar por violencia de género a Pietro Costanzia. La madre declaró a 'Lecturas': «La veo flaquísima, depresiva, tomaba pastillas para dormir, estaba torturada psicológicamente. No responde a mis llamadas».

El futuro de los hermanos Costanzia es complicado, aunque los analistas coinciden en señalar que la prisión preventiva continuada no auguraría nada bueno para ellos. Pietro ya apuñaló a un joven italiano en su pierna porque «acosaba a mi novia», según declaró él mismo ante los fiscales. Su naturaleza es difícil. «Quería darle una lección, golpearlo, pero no matarlo, ni tan siquiera herirlo de gravedad», apuntó entonces.

Mientras tanto, Carlo Costanzia permanece en España con una situación que contrasta con la de sus hermanos. Está cumpliendo el final de su condena de 21 meses por estafa continuada y en este tiempo ha tenido que llevar una pulsera con un chip localizador desde las 9 de la mañana a las 9 de la noche. A esa hora debe acudir al centro penitenciario de Navalcarnero para pernoctar allí.