El Club de los Supervivientes a los Sussex: el personal agraviado por el trato de Harry y Meghan monta un grupo exclusivo

El mes pasado, Meghan Markle y el Príncipe Harry arrasaron en sus visitas a Nigeria y Colombia, donde la duquesa de Sussex apareció con una serie de looks llamativos mientras se mezclaba con la población local, más modesta en sus outfits. La pareja parecía relajada y feliz, pero según las informaciones que llegan desde su base de operaciones en Montecito, un estado de ánimo bien diferente está arrasando entre su personal.

Según «The Economic Times», la pareja tiene «un problema de personal», siempre en absoluta rotación. La gente simplemente no dura junto a ellos. En agosto, John Kettler, consultor y jefe de personal de Harry y Meghan, renunció después de solo tres meses en el cargo. Las fuentes informaron de manera inquietante que Kettler había renunciado porque «había aspectos [del trabajo] con los que no se sentía cómodo».

Ahora la renuncia de Kettler cobra un mayor sentido al conocerse que existe el llamado Club de Supervivientes a los Sussex de alto perfil. Estaría compuesto por un grupo de exempleados de alto rango descontentos que han huido despavoridos por no soportar el carácter de los duques.

Si bien no son visibles en las giras reales, tanto Harry como Meghan emplean a una gran cantidad de profesionales de las relaciones públicas y comunicaciones para gestionar su imagen, base de sus actuales actividades. El problema es que la gente no dura mientras el proceso de buscar, entrevistar, seleccionar y formar se hace eterno sin que el nivel de exigencia baje.

En 2022, la secretaria de prensa de los Sussex, Toya Holness, renunció a su bien remunerado puesto y en 2021 Christine Weil Schirmer dejó su cargo como directora de relaciones públicas. La asistente principal y secretaria privada de Meghan Markle, Samantha Cohen, también renunció el mismo año. No se habla de empleados de base, sino de altos cargos.

Otros agraviados miembros del Club de Supervivientes del que habla la prensa estadounidense incluyen a antiguos empleados de la Fundación Archewell. Nombres como los de Catherine St-Laurent, que duró 12 meses como directora de la organización benéfica de los Sussex, la jefa de operaciones Mandana Dayani, el jefe de contenido Ben Browning (el hombre que consiguió el lucrativo documental de Harry y Meghan con Netflix) o la jefa de marketing Fara Taylor. Se estima que 18 empleados de alto rango han dejado a los Sussex desde que se casaron allá por 2018.

Cabe recordar que ya en 2018 Meghan Markle fue objeto de una investigación interna y el asistente de comunicaciones Jason Knauf escribió una queja formal en recursos humanos que decía: «Me preocupa mucho que la duquesa haya podido intimidar a dos asistentes personales para que se fueran de la empresa en el último año». Mientras, «Page Six» informaba de que los asistentes de palacio anónimos que habían trabajado para Harry y Meghan antes de retirarse de los deberes reales afirmaron que Markle les había «intimidado» y que casi por rutina «les hacía llorar».

Diversas fuentes han asegurado a «The Hollywood Reporter» que «todo el mundo le tiene miedo a Meghan» porque «menosprecia a la gente» y «no acepta consejos». La fuente ha agregado que los duques de Sussex suelen tomar «malas decisiones» porque «cambian de opinión con frecuencia». Una fuente culpó principalmente a Merghan Markle al afirmar: «Harry es una persona muy encantadora, no se da aires de grandeza, pero es muy indulgente. Ella es terrible».

Desde que comenzó a salir con el príncipe Harry en 2016, Meghan Markle ha sido el blanco de la prensam que inevitablemente ha ido dibujando un perfil poco agradable a cuenta de su carácter. El Príncipe Harry siempre la ha defendido a capa y espada. Hasta ahora, los dos han declinado hacer comentarios sobre tantas idas y venidas en su personal. Mientras, el agraviado Club de Superviviente a los Sussex se hace más y más numeroso.