Cayetano Martínez de Irujo (59 años) siempre fue un conquistador, pero uno de sus amores más importantes fue también uno de los más secretos. El aristócrata y deportista de élite ha reconocido ante Risto Mejide que a la infanta Elena le molestó ... que hablara en su libro de su romance de tres meses: «No le gustó nada porque todo era muy oculto, muy secreto. Yo lo tenía muy claro desde el principio. Ella es una gran persona, la tenía muy cerca por el ambiente hípico y en ese tiempo me di cuenta que yo estaba luchando para salir de una celda educacional tan fuerte y tan grande como la mía mucho mayor«.
Tampoco su nana le veía en ese papel. Ella me decía: 'Hijo, tú no has nacido para ser un segundón'. También es verdad que mi hermana Eugenia se mantuvo neutral«, confesó durante la entrevista. Ese noviazgo desencadenó tremendo quilombo en la familia: »Los demás me empujaban en esa dirección«, recuerda Cayetano. Una posible unión entre la Casa Real con la Casa de Alba era de una idea cuya magnitud solo puede entenderse dentro de ambas instituciones: «Fue difícil salir de ahí. Era algo muy seductor para muchos de alrededor, claro. Pero tuve la fuerza de decir no, esto no es lo mío. No era lo que yo quería, lo que yo buscaba…. Dentro de mi confusión interna, hay cosas que tenía claras«.
Entre las confusiones más delicadas, las que le llevaron a las drogas y ha reconocido que lo que empezó como una diversión se convirtió en un agujero negro que le llevó «a ver el abismo. Me salvó el deporte».
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