La Casa Real noruega se mete en su búnker tras finalizar la investigación sobre el hijo de la Princesa Mette-Marit

Marius Borg Høiby, de 28 años, se ha situado de nuevo en el foco mediático 11 meses después de que fuera detenido por primera vez por un presunto delito de agresión a su exnovia. En realidad, aquello solo fue el principio porque desde entonces el caso ha ido creciendo más y más, al tiempo que las acusaciones de exnovias iban engordando el asunto mientras detalles escabrosos ocupaban titulares de la prensa.

El joven acumula ya hasta tres arrestos diferentes y su domicilio ha sido objeto de varias acciones policiales, con autoridades yendo y viniendo en busca de más pruebas. Y con la investigación ya en marcha, el propio Marcus Borg reconoció tener serios problemas con el alcohol y las drogas, lo que incluso le llevó a quedar internado en un centro del que al poco se marchó. Unos dicen que se fugó.

En total, el hijo de la Princesa Mette-Marit soporta hasta 23 inculpaciones, tres de ellas por supuesta violación, junto a diversos cargos relacionados con abuso sexual o comportamientos ofensivo y agresivos, además de amenazas, casos de vandalismo y sanciones de tráfico.

Lo último es que la investigación se ha cerrado y que el juez ya tiene todas las pruebas y documentos en su poder. Tras esta revelación, y a demanda de medios y súbditos, la Casa Real de Noruega se ha pronunciado. Y lo ha hecho con una indisimulada desgana, a juzgar por el contenido del escrito. «El caso está siguiendo el sistema legal y los procedimientos normales. No tenemos nada que añadir», ha dicho la Familia Real a través de un texto redactado por la jefa de prensa de la institución.

En todo este tiempo, la Casa Real se ha encerrado en un búnker y no parece que vaya a cambiar su estrategia a pesar de las críticas recibidas por su intranquilizador silencio. Tan solo se recuerda una sola intervención de cierta profundidad, y fue la realizada hace unas semanas por el Príncipe Haakon, actual esposo de Mette-Marit y heredero de la Corona.

«Creo que Marius se enfrenta a graves cargos y que la responsabilidad recae en el sistema judicial. Hay que permitir que la policía y el sistema judicial se encarguen de esto. Confío en que harán un buen trabajo», dijo en una intervención insólita porque desde entonces nadie ha vuelto a hablar en la Familia Real en semejantes términos.

A lo largo de todo el proceso, ningún miembro de la Casa Real de Noruega ha sido llamado ante el juez, si bien Marius Borg ha sido interrogado hasta en 14 ocasiones en relación a los graves delitos que se le imputan. Ha rechazado las acusaciones más graves y ha negado las presuntas violaciones.