Carlos Rivera: «Ahora hay muchos mexicanos en Estados Unidos que no van a conciertos por temor a salir a la calle»

¿Qué nos trae con la gira 'Carlos XX Rivera'?

Es una gira distinta, porque las demás están conceptualizadas con su universo propio, y esta es 'multiverso' por decirlo así. Celebro veinte años, y me pareció curioso y entretenido coger un poco decada una de mis etapas. Estos conciertos muestran mi evolución desde que empecé en el programa La Academia de México, pasando por mi primer disco en España, cuando mi carrera dio un despegue importante, y otros momentos importantes de mi trayectoria. Y no faltará algún mariachi.

Su última canción, 'Calavera' es muy interesante: mezcla sonidos prehispánicos y elementos tradicionales del huapango, utilizando instrumentos como cascabeles, mandíbulas de burro, teponaxtles, salterios, guitarrones, vihuela, flautas, trompetas... Y tiene ese «lamento», como dice usted, ese «Ay laray ra» que casi tiene un punto de quejío flamenco.

¡Sí! Hay muchos elementos prehispánicos que se fusionaron con lo que trajeron los españoles. La canción se inspira en la apertura del Mictlán, el inframundo según la cosmovisión mexica. Ellos no tenían cielo e infierno, para ellos sólo había el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Imaginar la apertura del Mictlán me inspiró un sonido, al que fui agregando más elementos. Me fascina estudiar la cultura y la historia prehispánica.

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Esa cosmovisión prehispánica, ¿influye de alguna manera en su forma de ver la vida y la muerte?

Sí. Antes, como cualquier persona, yo tenía mucho miedo a la muerte, incluso a hablar de ella, pero por unas razones u otras, artísticamente he estado muy vinculado a todo lo que tiene que ver con el Día de Muertos o con canciones que hablan de la vida y la muerte. Por ejemplo, cuando hice la canción de la película 'Coco', que ha sido importantísima en mi carrera. Tengo una canción que se llama 'Me muero' (risas)... Y por mi investigación de la cultura prehispánica, he llegado a ver estos temas de una forma distinta, sin temor. No hay luz sin oscuridad, y viceversa.

Acaba de cumplir 39. Teniendo todo esto en cuenta, lo de hacerse mayor lo lleva bien, ¿no?

Lo llevo súper bien. Además es que me siento mucho más joven que esa edad (risas). Creo que han cambiado mucho esas cosas, antes el peso de los cuarenta era como mayor, pero ahora es un mero trámite (risas). Me siento en el mejor momento de mi vida, y con muchas ganas de seguir aprendiendo, que es lo más importante. Cada vez tengo menos ganas de quedarme en mi zona de confort, y creo que eso es lo que te llena de vida.

Tiene solo un hijo, ¿le apetece tener más?

Tiene un año y siete meses, y me encantaría tener otro. Es una experiencia extraordinaria, de las que quieres repetir.

¿Qué ha supuesto para usted abrirse en canal como lo ha hecho en su último disco, 'Sincerándome'?

Para mí ha sido una necesidad, más que algo que me haya costado trabajo. Necesitaba hacerlo. Y siempre vale la pena, sobre todo siendo artista, en esta época en la que todo es postureo. Ha sido una buena manera de mostrar que soy una persona,desde mi lado más vulnerable y humano, y eso me ha hecho conectar aún más con mi público, porque a veces a los artistas se nos pone en un lugar muy idealizado, y ahora me sienten más cercano.

¿Cómo ve la nueva relación entre México y Estados Unidos?

Uy, complicada. Acabo de estar de gira en Estados Unidos, he actuado en ocho ciudades y realmente se siente un temor muy grande por parte de la gente. La música es un buen refugio, y así lo sentí en esos conciertos: a pesar de todo lo que está pasando, tenemos la música. Muchos artistas mexicanos están cancelando sus giras por Estados Unidos por este tema. Hay mucho miedo de salir por parte del público, miedo de ir a los conciertos, aun teniendo las entradas compradas. Hay una disminución de la afluencia a los conciertos, pero cuando más nos necesitan nuestros paisanos, más hay que estar con ellos.